Adobe ha decidido no seguir adelante con la compra de Figma, a raíz de las crecientes presiones que tenía que afrontar por parte de las autoridades reguladoras de la UE y de Reino Unido para poder seguir adelante con la operación. La rotura del acuerdo de compra, anunciado hace alrededor de un año, se ha producido de mutuo acuerdo, y Adobe, que iba a pagar 20.000 millones de dólares por la adquisición, tendrá que abonar 1.000 millones a Figma en metálico en concepto de indemnización.
Los reguladores echaron pronto atrás las pretensiones de Adobe con esta operación, puesto que en los casos de las autoridades de las dos regiones mencionadas, señalaron que la fusión llevaba prácticamente a una situación de monopolio. Les preocupaba que la compra de Figma, una plataforma de diseño de producto que contaba con un alto índice de crecimiento y que ya es incluso más popular que su rival de Adobe, dañase a la innovación que podría darse si Figma siguiese siendo independiente.
Los diseñadores también estaban preocupados por lo mismo, aunque Adobe negaba que fuese a suceder algo así. Pero tampoco quería tomar medidas para asegurarlo. Poco después de que el regulador británico anunciase hace unos días que la compañía tenía que poner en marcha varias medidas para que la Autoridad de Mercados y Competencia de Reino Unido, la CMA, autorizase la compra, Adobe ha decidido no seguir con ella.
Las medidas implicaban una fuerte desinversión en activos, código fuente y personal para «restaurar las condiciones de la competencia«. Estaba previsto que las partes de la operación afectadas debatiesen la decisión de bloquear el acuerdo el próximo 21 de diciembre, para poner también como fecha límite para aprobar o bloquear la operación el próximo 25 de febrero.
El acuerdo también estaba siendo revisado por la Comisión Europea, y al parecer en febrero el Departamento de Justicia de Estados Unidos iba a abrir una investigación parecida, que como es lógico ya no tendrá lugar. Con la presión para que hiciese cambios significativos para permitir el acuerdo en aumento, Adobe tenía muy poco margen para conseguir que el acuerdo avanzase como ellos querían para quedarse con todos los activos de Figma que deseaban.
Según ha mencionado el CEO y Presidente de Adobe, Shantanu Narayen, en un comunicado, «Adobe y Figma están muy en desacuerdo con lo que han determinado recientemente los reguladores, pero creemos que es mejor para nuestros respectivos intereses seguir adelante de manera independiente. Aunque Adobe y Figma comparten una visión para redefinir de manera conjunta el futuro de la creatividad y la productividad, seguimos bien situados para capitalizar nuestra inmensa oportunidad de mercado y nuestra misión de cambiar el mundo a través de experiencias digitales personalizadas«.
Por su parte, el CEO y confundador de Figma, Dylan Field, ha destacado que este «no es el resultado que esperábamos. Pero a pesar de los miles de horas pasados con los reguladores de todo el mundo detallando las diferencias entre nuestros negocios, nuestros productos y los mercados a los que servimos, no vemos ya un camino de los reguladores hacia la aprobación del acuerdo«.