Dynatrace Carbon Impact, solución para reducir la huella de carbono en la empresa

Dynatrace ha anunciado el lanzamiento de una herramienta centrada en facilitar a las empresas la reducción de la huella de carbono. Se trata de Carbon Impact, dotada de todo lo necesario para que las organizaciones puedan calcular, monitorizar y reducir la huella de carbono de TI de manera proactiva.

Carbon Impact no solo ofrece la capacidad de medir emisiones, ya que también aporta recomendaciones y opciones para la optimización, de cara a seguir la ruta establecida hacia operaciones de TI más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Incorpora métricas de utilización, incluyendo CPU, memoria, disco y entrada y salida de red, en su equivalente de dióxido de carbono (CO2).

Además, detalla el consumo de energía y CO2 por fuente, con filtros pensados para centrarse en las áreas de más impacto. Así, por ejemplo, destaca las instancias infrautilizadas en un centro de datos concreto, además de los principales emisores de CO2 dentro de un grupo de hosts diferente. Para conseguir estos objetivos, Carbon Impact aprovecha la plataforma Dynatrace y su topología Smartscape, así como el mapeo de dependencias. Gracias a esto puede ofrecer datos precisos de optimización y contexto automático de aplicaciones y procesos.

Los cálculos de consumo de electricidad y emisiones de CO2 de la herramienta se rigen por la metodología de la Sustainable Digital Infrastructure Alliance (SDIA). Para realizarlos, la plataforma emplea una fórmula que abarca tanto la energía que consume el hardware como la utilizada en la refrigeración.

En la página de inicio de Dynatrace Carbon Impact se puede ver de un vistazo la huella de carbono de TI, con un resumen de emisiones totales, recomendaciones de optimización para hosts inactivos e infrautilizados, una tabla que agrupa emisiones por centro de datos y gráficos con la huella de carbono acumulada a lo largo del tiempo. También la comparación entre emisiones de carbono y un indicador de rendimiento empresarial seleccionado.

Para conseguir la optimización, esta herramienta ofrece dos opciones: optimización de inactividad, que permite identificar hosts activos pero que no se usan de manera adecuada ni realizan tareas significativas; y optimización del tamaño, que se encarga de detectar hosts que no están inactivos pero que usan menos recursos de los planificados en principio, lo que permite ajustar su configuración para utilizarlos de manera más eficiente.

En ambos escenarios es necesario establecer parámetros que definan lo que se considera un host inactivo e infrautilizado, eso sí. Los valores predeterminados que lleva están basados en Google Cloud Platform, donde un host se considera inactivo cuando usa menos de un 3% de CPU, y tiene un tráfico de red saliente de menos de 100.000 bytes por segundo, o de entrante de menos de 120.000 bytes por segundo. Un host infrautilizado es el que usa entre un 3% y un 30% de la CPU, sumado a un uso de memoria inferior al 50%. Estos valores son los que pueden ajustarse para adaptarse a las necesidades concretas de cada usuario para reducir su huella de carbono.