China invierte 47,5 mil millones de dólares para ser autosuficiente en la fabricación de chips

China está dando un paso importante para independizarse en la fabricación de chips. Recientemente establecieron un fondo de inversión gigante por un valor de la friolera de 47,5 mil millones de dólares, unos 44 mil millones de euros. Este fondo, llamado «Fondo de Inversión de la Industria de Circuitos Integrados de China Fase III», es la mayor de las tres iniciativas respaldadas por el gobierno diseñadas para impulsar la capacidad de fabricación de chips de China.

Este movimiento se produce en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, particularmente en lo que respecta a la tecnología avanzada de chips, con los consiguientes bloqueos que impedían al país asiático utilizar ciertas tecnologías y maquinaria empleada en esta industria. Además de eso, Estados Unidos ha estado endureciendo las restricciones a las exportaciones de chips a China, por presuntos usos de estos chips para uso militar. De hecho, algunos proveedores como NVIDIA, se han visto obligados a crear versiones capadas especialmente para el mercado chino.

Estas limitaciones han hecho que la autosuficiencia en el diseño y la producción de chips sea aún más crucial para China. Desde hace tiempo, han estado desarrollando sus propias microarquitecturas de procesadores basados en RISC-V, también han puesto énfasis en conseguir sus propias GPUs y aceleradores de IA para no depender de NVIDIA y AMD, etc.

Big Fund III: ¿Punto de inflexión en la guerra de los chips?

Big Fund III es un fondo que eclipsa a otros fondos similares para el desarrollo de semiconductores. Con esta enorme cantidad de dinero, China planea abordar desafíos clave en su industria nacional de chips, centrándose particularmente en los equipos necesarios para las fábricas de chips. El fondo ya ha apoyado proyectos importantes en empresas fabricantes de chips como Yangtze Memory Technologies y fabricantes de chips como SMIC y Huahong.

El objetivo de esta guerra de desarrollo entre las super-potencias es terminar con una industria rezagada frente a Intel, Samsung y TSMC, que van en cabeza en cuanto a los nodos de fabricación de chips. Pero, por el momento, a pesar de estos esfuerzos, la industria nacional de chips de China todavía no ha alcanzado a sus rivales más competitivos. Sin embargo, la enorme escala de inversión del Big Fund III podría ser el punto de inflexión que se busca en esta lucha.

Y es que, China necesita ser competitivo en este sector, ya que esta tecnología se considera vital tanto para la fortaleza económica como militar en el mundo actual. Por lo pronto, el anuncio del fondo ya ha tenido un impacto inmediato, y es que provocó un aumento de más del 3% en las acciones de las empresas chinas de chips, ya que los inversores anticipan una ola de más inversiones.