Cinco errores comunes que limitan la vida útil de tu ordenador portátil

Cuidar bien el ordenador portátil es básico no solo para que dure el mayor número de años posibles. También para que durante su vida útil funcione lo mejor posible. Para ello es básico protegerlo, entre otras cosas, de caídas o de la acción del malware. También hay que evitar derramar líquidos sobre el teclado, uno de los problemas más comunes con este tipo de equipos.

Pero no son las únicas precauciones a tomar. Hay acciones que pueden pasar desapercibidas, y que perjudican seriamente a los portátiles. Evitar ciertos comportamientos al usar ordenadores portátiles puede alargar su vida útil, y hacer además que funcionen mucho mejor, como veremos a continuación.

Bloquear los ventiladores

Muchos portátiles tienen uno o más ventiladores integrados en la carcasa, con el objetivo de insertar aire fresco del exterior y disiparlo por su interior. Este aire sirve para refrescar el calor interno del equipo, y mantenerlo a una temperatura adecuada. Se trata de un proceso crítico para mantener el equipo en buen estado, por lo que es importante asegurarse de que los ventiladores. nunca está bloqueados.

Por eso no solo hay que procurar que externamente no tengan obstáculos justo delante para funcionar correctamente. También hay que tener cuidado con elementos externos como el polvo o las pelusas y pelos. Cuanto más polvo y pelusas succionen los ventiladores hacia el interior del equipo, más se atascará su interior y peor circulará el aire. Esto llevará progresivamente a un mayor recalentamiento y a que el sistema y los componentes puedan resultar dañados.

Por eso es aconsejable limpiar el equipo por dentro con regularidad, abriendo el chasis y soplando para eliminar el polvo y las pelusas. Eso sí, es aconsejable utilizar para ello una lata de aire comprimido para soplar con la potencia necesaria incluso en los huecos más pequeños.

Aparte de la limpieza, es aconsejable utilizar los equipos en una superficie sólida y no sobre mantas o sobre los brazos de un sillón o sofá si son blandos. De lo contrario el equipo puede hundirse ligeramente, y sobre todo si la salida de los ventiladores está en la parte inferior del equipo, bloquearlos.

Dejar que se caliente demasiado

Como hemos visto, los ventiladores, o en su caso los disipadores, son responsables en gran medida de la refrigeración de los equipos. Pero en ocasiones, o bien porque no funcionan correctamente, o porque hay algún proceso que no se está ejecutando como debería, el equipo se sobrecalienta. Y que el equipo se caliente demasiado no es nada bueno para ninguno de sus componentes.

Cada uno de ellos está diseñado para funcionar en un rango de temperatura concreto. Si se sobrepasa, puede acelerarse su degradación, o directamente averiarse. Un exceso de calor puede llegar a derretir sus soldaduras, y al hacerlo, sus componentes pueden moverse y averiarse. El calor excesivo también puede llevar a que la pasta térmica de la CPU se seque, lo que reducirá de manera notable su capacidad de refrigerado, y contribuirá al recalentamiento general del sistema. Además de poder averiarse la propia CPU por exceso de calor.

El calor degradará también la batería, y hará que pierda capacidad y reducirá su vida útil, hasta un punto en el que no podrá cargarse y tendrás que tener el ordenador portátil siempre conectado para que funcione. Por todo esto es imprescindible evitar que el equipo se caliente en exceso.

Dejar que la batería llegue a porcentajes de carga extremos

Las baterías de un ordenador portátil van degradándose con el tiempo y el uso, pero hay factores que pueden evitar que su degradación se acelere. Uno de ellos es evitar que alcancen porcentajes extremos con frecuencia. Por un lado, no es aconsejable dejarlo enchufado constantemente con un 100% de carga. Tampoco lo es dejarlo con la batería completamente descargada durante días, semanas o meses. O ponerlo a cargar cuando está cerca del 0%.

En todos estos casos, la vida útil de la batería se reducirá. En algunos casos, el ordenador portátil contará con un mecanismo de protección de la batería que detiene la carga de manera preventiva una vez que la batería llega a un cierto nivel: un 80% o un 85%. Esta función permite que tengas el equipo enchufado sin alcanzar el 100% de batería de manera continua.

Someterlo a cambios extremos de temperatura

Dejar que un ordenador portátil se caliente demasiado no le hará ningún bien. Pero tampoco someterlo a temperaturas demasiado frías. Ni tampoco pasar del frío al calor con rapidez. No hay problema en pasar de un ambiente cálido o templado a uno fresco, pero de uno muy frío a uno cálido sí puede ocasionar fallos con el tiempo.

Esto se debe a que en el interior del equipo se puede formar condensación en algunos casos, lo que podría derivar en un cortocircuito en sus componentes. Sería el fin del portátil. Por tanto, si vives o trabajas en entornos o localidades en las que hace mucho frío, usas el equipo a temperaturas bajas y luego lo llevas de vuelta a entornos cálidos, ten cuidado a la hora de volver a utilizarlo.

Para evitar problemas llévalo siempre en una mochila o en una funda, y espera a que alcance la temperatura de la estancia a la que has entrado antes de encenderlo. En estas situaciones, si puedes, lleva con él una bolsita de elementos desecantes, como sílice, para evitar problemas de condensación. Tampoco es aconsejable cargar un ordenador portátil cuando hace un frío excesivo, porque la batería podría sufrir daños durante el proceso.

No tener cuidado con el hardware

A no ser que un ordenador portátil esté fabricado siguiendo las mismas especificaciones utilizadas para los equipos del ejército, es necesario tener cuidado con él, porque puede averiarse por un golpe, o porque sus componentes se muevan de sitio por una mala manipulación.

Algunos portátiles tienen bases flexibles o tapas para la pantalla. Si además se trata de equipos pesados, se puede acabar combando si se manipula únicamente por los bordes, y al hacerlo, se pueden dañar sus componentes internos, que son rígidos y no se pueden doblar.

Una manipulación descuidada puede también provocar averías en el equipo. Si el ordenador portátil se transporta sin poner cuidado, se pueden averiar sus conectores, o separase la tapa superior con la pantalla y la webcam del resto. Por eso hay que tener cuidado y transportarlo siempre debidamente protegido, además de evitar golpearlo.