Kamala Harris: una posible presidencia de más regulación tecnológica

A menos que la política vuelva a dar otro de esos giros inesperados a los que nos ha acostumbrado en las últimas semanas, todo a apunta a que tras la renuncia de Joe Biden a continuar en la carrera presidencial, será su vicepresidenta, Kamala Harris la que el psrtido demócrata presentará en las próximas elecciones para enfrentarse a Donald Trump.

¿Qué cabría esperar de la que sería la primera presidenta de Estados Unidos? ¿Cómo sería su relación con el cada vez más estratégico sector tecnológico? En TechCrunch han repasado su trayectoria durante los últimos años, en una posición (la de vicepresidenta), que en el caso de Estados Unidos si bien no tiene el mismo peso o relevancia que en otros países, sí que tiene un gran poder de influencia sobre la presidencia.

Nacida en Oakland (California), Harris ha cultivado desde hace muchos años una buena relación con el sector tecnológico, que a su vez la ha apoyado para ser escogida senadora por el ese estado en el año 2016.

Al conocerse la retirada de Biden, algunos gigantes de la industria, como Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn le han manifestado rápidamente su apoyo, mientras que algunas voces críticas han lamentado que en sus distintas posiciones no ha hecho lo suficiente para limitar el poder creciente de algunas tecnológicas.

Sin embargo, a menudo se ha mostrado dispuesta a criticar determinadas actitudes en el sector e incluso, a pedir más regulación para la industria.

Como senadora, fue una de las voces que cuestionó el papel de las redes sociales a la hora de propagar fake news y desinformación. Y durante la campaña de 2020, en la que la senadora Elizabeth Warren pedía abiertamente que se partieran algunas grandes empresas como Amazon, Google o Meta, Harris sin ir tan lejos, sí que afirmaba que deberían ser «reguladas de manera que podamos asegurar que el consumidor estadounidense pueda estar seguro de que su privacidad no está siendo comprometida.»

En su papel de vicepresidenta, también ha expresado la necesidad de regular y limitar la influencia de la inteligencia artificial, asegurando «rechazar la falsa elección que sugiere que bien podemos proteger la privacidad de las personas, o avanzar en innovación».

Cuando Biden firmó una orden ejecutiva en la que se pedía a las empresas tecnológicas que establecieran nuevos estándares para el desarrollo de la IA, Harris aseguró que «este compromiso voluntario es un primer paso hacia un futuro de la IA más seguro, pero daremos más porque, como ha demostrado la historia, en ausencia de regulación y una supervisión gubernamental sólida, algunas empresas de tecnología eligen priorizar las ganancias sobre el bienestar de sus clientes, la seguridad de nuestras comunidades y la estabilidad de nuestras democracias.»

Estas y otras declaraciones son las que han comenzado a preocupar a inversores de capital riesgo tan conocidos como Marc Andreessen o Ben Horowitz, quien ya han declarado que el temor a una IA «excesivamente regulada» se encuentra entre los motivos por los que apoyarán la candidatura de Donald Trump.

Sin embargo, y a diferencia de lo manifestado tanto por el propio Trump, como incluso por Biden, Harris no tiene aparentemente intenciones de suspender las actividades de TikTok en Estados Unidos.