Velocidad de subida y de bajada, qué son y cuál importa más en una oficina en casa

Toda conexión a Internet diferencia entre dos grandes métricas de rendimiento, la velocidad de subida y la velocidad de bajada. Hace cosa de un mes compartimos con vosotros un artículo donde hablamos de la velocidad que necesita una oficina en casa, y os planteamos diferentes escenarios para que os sirvieran como referencia.

Hoy queremos profundizar en este tema centrándonos en la velocidad de subida y la velocidad de baja. Vamos a ver qué son exactamente, por qué importan y qué necesidades tiene una oficina en casa. Como siempre os plantearé algunos ejemplos concretos para que lo tengáis más fácil a la hora de sentiros identificados y de elegir la velocidad que mejor se ajusta a vuestras necesidades.

Velocidad de bajada: qué es

Podemos definirla como la velocidad a la que es capaz de descargar nuestro equipo o dispositivo los datos que recibe de un servidor que presta un servicio concreto. Dicho de una manera más simple todavía, es la velocidad a la que podemos bajarnos cosas de Internet.

Así, por ejemplo, cuando descargas un archivo de la nube lo que importa es la velocidad de bajada. Siempre se produce una comunicación bidireccional en este tipo de operaciones, ya que nuestro equipo envía la petición de descarga al servidor y este responde autorizándola y enviando los datos.

Por qué es importante

Pues porque esta determina el tiempo que tardaremos en descargarnos cosas que necesitamos, tanto de Internet en general como de determinados servicios. Por ejemplo, si utilizas un servicio de almacenamiento en la nube y tienes que bajarte un proyecto que pesa 10 GB tardarás la mitad con una velocidad de descarga de 500 Mbps que con una de 250 Mbps.

Velocidad de subida: qué es

La velocidad de subida mide la rapidez con la que podemos subir cosas de nuestro equipo o dispositivo a la nube, y también la velocidad con la que podemos enviar cosas a otros equipos, dispositivos o servidores. También podemos decirlo de una manera más simple, es la velocidad a la que podemos subir cosas a Internet.

Siguiendo con el ejemplo anterior, si queremos subir un archivo o proyecto a la nube lo importante en este caso será la velocidad de subida. En este caso también se produce una comunicación bidireccional entre nuestro equipo y el equipo o servidor de destino de los archivos que vamos a subir.

Por qué es importante

Es importante porque determina la rapidez con la que podremos compartir archivos, tanto con determinados servicios como con otras personas. Imagina, por ejemplo, que quieres compartir un proyecto con un cliente y tienes que pasárselo a través de la nube. Si ese proyecto pesa 10 GB también tardarás mucho menos con una velocidad de subida de 500 Mbps que con una de 250 Mbps.

¿Cuál es más importante en una oficina en casa?

La verdad es que depende de lo que hagamos y de nuestras necesidades. Si no vamos a subir archivos a la nube, o si estos van a pesar muy poco (menos de 1 GB) no necesitaremos una alta velocidad de subida para disfrutar de una buena experiencia. En caso contrario será fundamental que tengamos una velocidad elevada, ya que en caso contrario podríamos perder mucho tiempo en cosas tan simples como subir o compartir documentos y proyectos.

También necesitaremos una velocidad de bajada alta si vamos a descargar cosas pesadas con frecuencia, y con esto me refiero a contenidos que pesen más de 1 GB, ya que a partir de esa franja es cuando realmente notaremos mejoras en la productividad gracias a la mayor velocidad de descarga.

Piensa que con una velocidad de 200 Mbps descargaremos a 25 MB/s, lo que significa que tardaremos 41 segundos en bajar 1 GB, mientras que con una velocidad de bajada de 50 Mbps descargaremos a 6,25 MB/s, y tardaremos casi tres minutos en descargar 1 GB.

El sistema operativo FRITZ!OS 7.80 de AVM cuenta con todo lo necesario para ver el estado de nuestra conexión a Internet, incluyendo la velocidad de la misma, y de una manera sencilla y muy intuitiva.

Contenido realizado en colaboración con AVM.