La lenta muerte de Magic Leap

Magic Leap prometía cambiar el mundo. Sus gafas de realidad aumentada iban a triunfar donde las Google Glass habían «fracasado miserablemente». El secretismo que rodeó durante años el lanzamiento del primer dispositivo de la empresa, y las rondas de financiación mil-millonarias que encabezaron compañías como Alibaba o la propia Google, crearon el hype de lo imposible.

Unas expectativas que se encarga convenientemente de alimentar Rony Abovitz, fundador y CEO de la empresa, con declaraciones tan grandiculuentes como esta: ««con Magic Leap, el cerebro no será capaz de distinguir lo que es real, de lo que es mágico. Ofreceremos una experiencia tan realista, que con el tiempo, empezará a forma parte de tu conciencia».

¿Qué ocurrió? Que su primer dispositivo sencillamente no estuvo a la altura. Aunque era muy prometedor, ofrecía un ángulo de visión inferior al de HoloLens y tras un discreto interés inicial, los desarrolladores acabaron por olvidarlas. Tras ese fracaso inicial, los directivos de la compañía decidieron pivotar y dirigirse exclusivamente al mercado B2B, poniendo una segunda versión en manos de profesionales y empresas. Y efectivamente, construyeron un gran visor. Pero no les fue mucho mejor.

Ahora y con un intento desesperado de salvar la empresa, sus directivos han decidido pivotar de nuevo. Como consecuencia, han eliminado su departamento de marketing y ventas (75 despidos) y han decidido dejar de vender nuevos dispositivos, si bien seguirán manteniendo el soporte a los ya existentes.

A cambio, pasarán a licenciar su tecnología óptica y de realidad aumentada AR, a terceros fabricantes que quieran incorporarla en sus propios dispositivos. Dicho de otra forma, si compañías como Lenovo, HP u otras quisieran poner en el mercado de forma sencilla sus propias gafas de realidad aumentada, podrían recurrir al expertise de Magic Leap para acceder a una de las tecnologías más avanzadas en este terreno. No parece muy prometedor para casi nadie, pero no quieren renunciar a seguir intentándolo.