La infraestructura crífica sufrió 13 ataques por segundo en 2023

Una investigación de la consultora KnowBe4 ha desvelado que la infraestructura crítica de todo el mundo sufrió más de 420 millones de ciberataques entre enero de 2023 y de 2024. Se trata de un aumento del 30% con respecto a los ataques sufridos por este tipo de instalaciones el año anterior. Es un nivel que implica que cada segundo se llevaron a cabo 13 ciberataques a instalaciones como redes eléctricas, transportes o redes de comunicaciones.

Los ataques a infraestructuras tienen unas consecuencias muy negativas. No solo económicas, sino también porque causan un grave perjuicio a sus usuarios y a empresas que dependen de ellas. Y la situación no parece tener visos de mejorar. Más bien todo lo contrario. Todo apunta a que irá a peor. Sobre todo, porque la infraestructura, a nivel mundial, está cada vez más digitalizada, y depende de redes de Internet. Esto aporta numerosos beneficios, pero también la deja más expuesta ante los ciberataques.

Entre las infraestructuras, las redes eléctricas en Europa y Estados Unidos están entre las más expuestas a ciberataques. No solo tienen más riesgo que otras infraestructuras, sino que también se enfrentan en peligro de sufrir saturación por ciberataques, debido a que han sufrido miles de ellos desde el inicio de la invasión de Ucrania.

En el periodo analizado ha sufrido ataques la infraestructura de unos 160 países. Su principal objetivo es Estados Unidos, seguido por Reino Unido, Alemania, India y Japón. La mayoría de los ciberatacantes vienen de tres países: China, Rusia e Irán.

Como hemos mencionado, los ataques a la infraestructura pueden causar perjuicios y problemas en la vida cotidiana de millones de personas. Sobre todo en el caso de los ciberataques a centros hospitalarios y sanitarios, y a determinadas empresas. También hay millones que podrían quedar sin electricidad o sin acceso a sus cuentas bancarias.

La cantidad de ciberataques a la infraestructura de suministros básicos, como el agua o la luz, se ha cuadruplicado desde 2020, y si se diesen sabotajes de cables submarinos que sirven para la transmisión de Internet, el daño que puede ocasionar alguno con éxito es incalculable.

Según diversas investigaciones, es más probable que si hay un ataque de este tipo, los objetivos sean en primer lugar las instalaciones de energía eléctrica, con las líneas ferroviarias, las comunicaciones y las instalaciones de fabricación de productos por detrás.