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10 KPIs que tienes que tener en cuenta para no arruinarte en la nube

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El pasado mes de junio, en una entrevista con Javier Aguado, Global Cloud Director de MyCloudDoor (os recomendamos que no os lo perdáis), charlábamos sobre la importancia que tiene en estos momentos el poner en marcha una estrategia de FinOps, ya que como nos contaba el directivo, «aborda la gestión estratégica de costes y eficiencia de recursos cloud, permitiendo a las empresas maximizar el valor de sus inversiones».

Nos contaba también el experto de MyCloudDoor que «aunque muchas veces es confundido con un proceso de optimización de costes», en realidad va mucho más allá, ya que «engloba políticas, herramientas y equipos que gestionan el cloud desde un punto de vista financiero, teniendo en cuenta desde la presupuestación o preparación de un proyecto hasta la operación y evolución de este».

El fin último de esta estrategia es ayudar a las empresas identificar y eliminar los costes innecesarios en la nube, como el exceso de aprovisionamiento de recursos y la infrautilización de instancias. Además, promueve la optimización de la arquitectura de la infraestructura en la nube.

Dicho lo cual, hay una serie de KPIs que podemos tener en cuenta para determinar si nuestra presencia en el cloud se ajusta a lo que realmente necesitamos o si por el contrario, estamos pagando mucho más de lo que deberíamos y por lo tanto, nos compensa redimensionar nuestra posición o incluso, volver a un entorno on premises. Y aunque lo ideal es que esta evaluación la hagamos de la mano de un socio que cuente con una metodología contrastada, que comencemos a saber qué indican esos KPIs nos va a ayudar a comprender en qué podemos mejorar. Así, podemos considerar los siguientes:

KPIs Clave en FinOps:

  1. Coste por unidad de negocio o aplicación: mide los costes asociados a cada unidad de negocio o aplicación en la nube. Esto ayuda a identificar qué áreas están consumiendo más recursos y cómo optimizarlos.
  2. Coste de uso vs. Capacidad aprovisionada: evalúa el nivel de recursos de nube aprovisionados frente a los realmente utilizados. Un uso bajo en relación con los recursos aprovisionados sugiere sobreprovisión y gasto innecesario.
  3. Coste por entorno (producción, pruebas, desarrollo): ayuda a entender cómo se distribuyen los costes entre los diferentes entornos de trabajo. Esto es clave para identificar si se están destinando demasiados recursos a entornos no productivos.
  4. Coste por equipo o proyecto: facilita la visibilidad de cómo los equipos o proyectos individuales consumen recursos de nube, lo que permite gestionar mejor el presupuesto y la asignación de recursos.
  5. Ahorro mediante reservas y descuentos: monitoriza los ahorros que se obtienen al usar instancias reservadas, descuentos por uso a largo plazo, o programas como los «Savings Plans» que ofrecen los proveedores de nube.
  6. Coste de almacenamiento en frío vs. caliente: mide los costes asociados a los diferentes tipos de almacenamiento en la nube. El almacenamiento en frío (para datos menos frecuentemente usados) es más barato, mientras que el almacenamiento en caliente (para datos de acceso inmediato) es más costoso.
  7. Coste de salida de datos (egress costs): mide los costes relacionados con la transferencia de datos desde la nube hacia fuera. Estos son especialmente importantes en aplicaciones que requieren grandes volúmenes de datos.
  8. Ahorro por automatización: mide los ahorros que resultan de la automatización de la gestión de recursos en la nube (por ejemplo, apagar máquinas virtuales cuando no se usan).
  9. Optimización de instancias (right-sizing): rastrea la optimización de las instancias de computación, ajustando el tamaño de las máquinas virtuales a las necesidades reales para reducir costes.
  10. Coste total de propiedad (TCO) y Retorno de la Inversión (ROI): El TCO proporciona una visión completa del coste total de los recursos en la nube, teniendo en cuenta tanto los gastos de infraestructura como el coste de gestión y mantenimiento. Por su parte el ROI nos habla de retorno financiero generado en relación con la inversión realizada en la infraestructura de nube.

Aunque todos los KPIs que hemos mencionado nos van a ayudar a optimizar la presencia de nuestra empresa en el cloud, probablemente el Coste de uso vs. Capacidad aprovisionada merece que le prestemos una atención especial, controlándolo de forma regular, ya que si los recursos aprovisionados no se están utilizando, la organización está incurriendo en gastos innecesarios. Esto nos permite minimizar el despilfarro de recursos y sin lugar a dudas, optimizar el presupuesto.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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