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OpenAI se reestructura para ser una empresa con ánimo de lucro mientras su CTO sale de la compañía

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OpenAI se reestructura para ser una empresa con ánimo de lucro mientras su CTO sale de la compañía

OpenAI, compañía creadora de ChatGPT, va a reestructurarse próximamente para pasar a ser una empresa con ánimo de lucro y dejar de estar gobernada por una junta sin ánimo de lucro, según han manifestado varias fuentes a Reuters. Con este paso, Sam Altman recibiría acciones de la compañía al producirse el cambio, y la compañía persigue aumentar su atractivo a ojos de los posibles inversores.

Pero no parece que los cambios convenzan a todos sus responsables, puesto que solo unas horas antes de conocerse esta noticia, la CTO de OpenAI, Mira Murati, anunció su salida. Poco después, hicieron lo mismo varios de sus responsables de investigación.

La parte sin ánimo de lucro de la compañía, no obstante, no desaparecerá, sino que solo tendrá una participación minoritaria en la nueva empresa con ánimo de lucro que surgirá tras la reestructuración. El paso podría tener también implicaciones en cómo gestiona OpenAI los riesgos derivados de la IA. Mientras tanto, según Reuters, también están intentando eliminar el tope al ROI que tiene fijado hasta ahora.

Los cambios de la estructura y la gobernanza corporativa con este paso también serían significativos, aunque todavía no hay nada concretado puesto que el plan, con todos los cambios, está todavía en fase de preparación, con el apoyo de abogados y accionistas. Tampoco hay fechas concretas para la puesta en marcha de los cambios.

Siguen las salidas de directivos y fundadores de OpenAI

Mientras tanto, varios de los fundadores y principales directivos de la compañía han ido anunciando su salida en los últimos meses. El primero fue el responsable científico de OpenAI, Iolya Sutskever. Y hace dos meses, John Schulman, anunció que dejaba su puesto para incorporarse a Anthropic. También dimitió su responsable de producto, y su Presidente, Greg Brockman, anunció que se tomaba un tiempo sabático para descansar.

Mira Murati no es la única que va a salir en lo que parece una nueva oleada de salidas de personal de peso de OpenAI. Según CNBC, al poco de conocerse su dimisión llegaron la de Bob McGrew, responsable de investigación, y la de Barret Zoph, Vicepresidente de investigación de OpenAI.

Fundada en 2015 como una organización de investigación sin ánimo de lucro, OpenAI añadió una entidad con ánimo de lucro a su estructura como filial de su ONG, lo que le llevó a conseguir capital de Microsoft para financiar su investigación. A finales de 2022 lanzó la app de IA generativa ChatGPT, que puede considerarse como el pistoletazo de salida a una competición por el desarrollo de la IA generativa, y también a las inversiones en esta tecnología.

A medida que las capacidades de la IA y modelos de OpenAI aumentaban, también lo hacía su valoración: de 14.000 a 150.000 millones de dólares según está dijado en la nueva ronda de financiación de deuda convertible que está preparando. Además, ha atraído a inversores de la talla de Apple y Thrive Capital.

Actualmente, todo el control de la empresa está en manos de su ONG filial, lo que en principio estaba dispuesto para asegurar su misión de crear «una IA general que sea ampliamente beneficiosa», en referencia a la IA general que tenga el mismo nivel de inteligencia que la humana, o que logre superarla.

Pero el pasado mes de noviembre, durante una gran crisis abierta en la compañía, y que llevó a la destitución y salida de OpenAI de Sam Altman, su CEO, durante unos días, esta estructura quedó cuestionada. Desde entonces, la junta de OpenAI ha incorporado a nuevos directivos, con Bret Taylor, antiguo coCEO de Salesforce, a la cabeza. También se hicieron cambios para que cualquier cambio corporativo necesite aprobación de su junta, compuesta en la actualidad por nueve personas.

La eliminación de esta estructura para que OpenAI pase a estar gobernada por una dirección con ánimo de lucro sería un paso bien recibido por los inversores. Pero podría despertar suspicacias entre la comunidad dedicada a trabajar por la seguridad de la IA, con dudas de si tiene una gobernanza lo bastante sólida como para hacerse responsable de su búsqueda de la Inteligencia Artificial general. Estas dudas han aumentado después de la disolución a principios de este año del equipo centrado en el trabajo sobre los riesgos de la IA a largo plazo.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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