Análisis Kingston XS1000 (2 TB): una navaja suiza en la palma de la mano

Una unidad de disco SSD de 2 TB que cabe en la palma de la mano. Esto es lo que nos propone Kingston en su nuevo modelo XS100, un dispositivo que una medidas de (69,5 mm. x 32,6 mm x 13.5 mm) y un peso de 29 gramos, hace de la portabilidad de nuevos archivos un juego de niños.

Disponible tanto en negro como en rojo (e incluso más colores si queremos adquirir algunas de sus fundas opcionales), nos ofrece una calidad de construcción sólida y elegante, que encierra la unidad SSD en una carcasa de aluminio reforzada con plástico, lo que le hace ser resistente a caídas y otros «accidentes».

Como único interfaz de conexión nos encontramos con un conector USB Tipo-C, capaz de ofrecernos transferencias de datos de hasta 1.050 MB/s, lo cual si bien no es lo más alto que vamos a encontrar en el mercado, sí que es bastante notable para una unidad SSD portátil.

Sobre todo cuando de lo que hablamos no es de un dispositivo tanto pensado para satisfacer las necesidades de los usuarios más creativos (fotógrafos, montadores de vídeo, etc.), sino como un respaldo de nuestra información más sensible y un «compañero compacto» en el que almacenar esos archivos con los que solemos trabajar en escenarios de movilidad. Además de la unidad en sí misma, en la caja también encontraremos un cable USB-C a USB-A y adaptador USB-A a USB-C.

Junto con este interfaz, Kingston explica que el XS100 también es compatible con con USB 3.2 Gen 1 lo que garantiza su compatibilidad con equipos más antiguos, teniendo en cuenta eso sí, que este estándar alcanza velocidades teóricas máximas de 5 Gbps, lo que limita el rendimiento máximo de la unidad a aproximadamente 500 MB/s.

Por defecto se nos ofrece en un sistema de archivos EXT, lo que lo hace compatible con las principales plataformas, tanto en ordenadores de escritorio (Windows, Mac, Linux), como en sistemas operativos móviles (iOS, Android), lo que favorece y simplifica que podamos incrementar fácilmente la capacidad de por ejemplo nuestro iPad a la hora de por ejemplo consumir contenidos multimedia o trabajar de forma puntual con archivos pesados.

Ninguna queja en este sentido sobre su rendimiento, teniendo en cuenta que aquí no vamos a encontrar una interfaz Thunderbolt, que por otro lado requeriría más potencia y una fuente de alimentación externa.

Por otro lado, dado su tamaño compacto, su gran capacidad y las velocidades más que razonables que ofrece, esta unidad SSD también resulta ideal para la instalación de un sistema Linux o la recuperación de archivos, lo que puede convertirla una auténtica navaja suiza para un técnico de sistemas. Recomendable.