A Fondo
Activos TI bajo control: de la observabilidad a la optimización de los recursos tecnológicos
El conocimiento y la gestión eficaz de los activos tecnológicos se han vuelto críticos para garantizar la continuidad operativa, la seguridad y la agilidad en la toma de decisiones. Mejorar en su descubrimiento automático, la gestión del ciclo de vida o la lucha contra el Shadow IT ofrece a las organizaciones una visión unificada y precisa de su infraestructura, mejorando su eficiencia y ayudándoles a cumplir con normativas europeas como DORA o NIS 2.
“Activos TI Bajo Control: de la observabilidad, a la optimización de los recursos tecnológicos” es una mesa redonda en la que, de mano de OpenText, hemos debatido sobre las ventajas de implementar soluciones de descubrimiento automático y gestión de activos que proporcionen una “foto completa” de la infraestructura tecnológica de la empresa, de modo que mejore la observabilidad y la gestión centralizada de sus recursos. En este encuentro, hemos contado con la participación de:
- Gabriel Ruiz Cloud Architect en Ayesa
- Marcelo Portnoy, responsable de la Práctica ITOM de Minsait.
- José Ramón Gómez, Innovative Tech Manager de Devoteam.
- Zigor Gaubeca, CIO Grupo Aire
- Vicente Luque, Director Major Deals de BT Global.
- Sanaa Marmar, ITSM Business Developer Manager Econocom Modern WorkPlace
- Enrique Placet, Account Executive de OpenText
- Luis Colino, Solution Consultant Director de OpenText
- Rodolfo de Juana – Coordinador Editorial de MCPRO
- Gustavo de Porcellinis – Director Comercial de TPNET
Uno de los principales consensos a los que llegaron los participantes, fue que aunque la observabilidad de los activos IT es esencial, debe ir acompañada de la capacidad de actuar sobre los mismos. Así, la observabilidad se describe como el primer paso hacia un sistema de gestión eficiente: permite obtener una imagen fiel de los activos, pero también debe integrarse en los procesos de la empresa para que los datos recopilados se conviertan en acciones efectivas. Sin una estrategia clara para responder a estos datos, la observabilidad pierde valor, convirtiéndose en un registro inerte en lugar de una herramienta para mejorar la toma de decisiones.
«La cultura no se puede imponer desde arriba. Hay que involucrar a toda la empresa en la plataforma» – Zigor Gaubeca
Más allá de la infraestructura física, es vital considerar cómo el rendimiento de las aplicaciones afecta la experiencia del usuario. Los retrasos («lag») en aplicaciones impactan en la productividad y generan frustración. La observabilidad por lo tanto, también debería incluir métricas que valoren la experiencia del usuario, como pueden ser los tiempos de respuesta.
En este proceso, las herramientas tecnológicas, señalan los participantes, deben verse como un medio para alcanzar ese objetivo de una mejor experiencia y no un fin en sí mismo: hay que tener en cuenta por qué, para qué y cuál es el fin último de implementar estas herramientas.
Reinventando la cultura empresarial
Pero como también apuntan desde OpenText, sin una estructura organizacional que apoye el cambio y una cultura que facilite la integración de nuevos sistemas, cualquier esfuerzo por modernizar la gestión de activos puede generar resistencia y, en última instancia, fracasar. Así, superar esa resistencia al cambio y conseguir alinear los intereses de los distintos departamentos (Ti, finanzas, etc.) es uno de los principales desafíos que hay que superar para que el proyecto tenga éxito no solo a corto, sino sobre todo a largo plazo.
«Más que la ingesta de datos el problema es el mantenimiento de los mismos. Si no hay involucración, se puede producir un gran desgaste» – Gabriel Ruiz
¿Y qué papel juega aquí el proveedor de una solución de gestión de activos TI? Compañías como Econocom o DevoTeam explicaron lo más importante es actuar como un socio y no solo como un vendedor de soluciones. Esto significa acompañar al cliente en cada fase del proyecto, ofreciendo una asesoría constante y alineando las mejores prácticas con las necesidades específicas de la empresa.
Además, es importante que los proveedores sean capaces de adaptar su aproximación al nivel de madurez tecnológica de cada cliente, evitando imponer cambios bruscos o demasiado disruptivos. Antes de entrar como un «elefante en una cacharrería» hay que ser capaces de leer y entender el contexto.
Solo así, añadieron, las empresas podrán tener un mayor control sobre sus operaciones. Una autonomía que no solo les otorga más independencia, sino que también les ofrece el “poder” de gestionar mejor sus propios recursos y tomar decisiones estratégicas.
Nuevos retos y oportunidades
Todo ello en un momento en el que la infraestructura TI ha cambiado. Ha pasado de ser principalmente local (on-premises) a un entorno híbrido, con presencia tanto de nube pública como privada. Este cambio ha planteado nuevos retos en la visibilidad y control de los nuevos entornos, resaltando la necesidad, aseguran los participantes de una visión actualizada.
«Hace más de diez años que hablamos de IA y su correlación en la gestión de activos TI» – Luis Colino
Para conseguirlo, explican, la CMDB (Configuration Management Database) y otras herramientas de descubrimiento de activos han evolucionado de ser elementos accesorios a convertirse en pilares esenciales de la infraestructura, necesarios para la gestión eficaz de activos no solo por parte del equipo de IT, sino de toda la organización.
Igualmente interesante es el papel que juegan estas herramientas en la seguridad de las empresas. Las más modernas, ya no solo se limitan a inventariar hardware y software, sino también en cumplir con los requisitos de compliance y seguridad informática. Esto permite, por ejemplo, validar y aplicar políticas de seguridad en tiempo real, ayudando a prevenir amenazas. Es curioso descubrir en este sentido, cómo este tipo de herramientas evidencian que hasta el 40% de los activos son invisibles para la propia organización.
«La gestión de activos está bien, pero la pregunta clave es para qué. Si solo es para ahorrar costes, no lo hagas» – José Ramón Gómez
Como no podía ser de otra forma, cada vez más, la Inteligencia Artificial ya forma parte de esta ecuación. Los grandes modelos de lenguaje (LLMs), permiten un nivel de automatización avanzada, lo que pue de ayudar predecir fallos, recomendar correcciones y, en algunos casos, realizar remediaciones automáticas. Sin embargo, tal y como reconocen, en estos momentos conviene ser realistas: aunque la automatización y la IA pueden reducir costos operativos, no eliminan por completo la necesidad de supervisión humana.
En definitiva, implementar cambios con transparencia y claridad es fundamental.La inclusión de todas las áreas involucradas en la definición de objetivos, el establecimiento de KPI y la transparencia en los avances del proyecto facilita la adaptación al cambio y ayuda a medir el valor real de todas las iniciativas que se incluyen en el proyecto.
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