La importancia el Cambridge Innovation Center que pronto abrirá en Bilbao

Ayer supimos por el diario El Correo, que Cambridge Innovation Center abrirá próximamente una sede en Bilbao para favorecer el desarrollo de las startups. Una operación en la que se ha implicado la Diputación, que ya tiene preparada una partida presupuestaria de tres millones de euros, dentro de su presupuesto de 2018, que se dedicarán a todo lo relacionado con la puesta en marcha de estas instalaciones. Sin embargo, y aunque muy prestigiosos, lo cierto es que estos espacios no son tan conocidos como cabría pensar. Así, para entender la importancia de esta noticia, es fundamental saber qué es exactamente este nuevo espacio, y quién está tras él.

Lo primero, por sorprendente que pueda parecer en un primero momento, es tener en cuenta que, en realidad, estamos hablando de una empresa que podríamos definir con inmobiliaria, pues la raíz de su actividad es la explotación comercial de espacios de coworking. La clave es la gestión de los mismos, pues sus responsables ponen el foco en generar en esos espacios un ecosistema especialmente adecuado para el desarrollo de las startups. Fundado en 1999 en Cambridge, Massachusetts, el Cambridge Innovation Center eligió la plaza Kendall, para ser «vecino» de las instalaciones de tesorería del MIT (recordemos que Timothy Rowe y Andrew Olmsted, los fundadores del CIC, son graduados en esa institución).

Lo que empezó siendo un único espacio de 250 metros cuadrados, poco después saltó a los 1.700, y con el paso de los años ha ido abriendo nuevos espacios hasta llegar a su situación actual, con cinco, cuatro de ellos en Estados Unidos (Boston, Cambridge, Miami y Filadelfia) y uno en Holanda (Rotterdam), a los que se sumarán otro centro en St. Louis en algún momento del año que viene, y el recientemente anunciado en Bilbao. Un elemento fundamental para el desarrollo de cada uno de los centros es su coordinación con diversos componentes del ecosistema emprendedor local, algo que a su vez los convierte en más atractivos para los potenciales interesados en emplear dichas instalaciones para dar los primeros pasos con sus startups.

De los centenares de empresas y proyectos que han pasado por sus instalaciones, sin duda el caso más destacable es el de Google, que en 2005 eligió este espacio para su presencia en Nueva Inglaterra (Maine, New Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut) y trasladó allí a Rich Miner, cofundador y creador de Android. Una presencia que se mantuvo hasta que, por el volumen de empleados de dicha sede, tuvo que trasladarse a un nuevo espacio de mayor tamaño.