Cómo afectará el divorcio de Jeff Bezos a Amazon: los inversores dudan

El divorcio de Jeff Bezos y Mackenzie Bezos ha tenido un gran impacto. En principio podríamos pensar que una cuestión de este tipo es propia de tabloides del corazón y de medios amarillistas, pero lo cierto es que su importancia va más allá, ya que ambos son dueños de una enorme fortuna y propietarios de una parte del total de las acciones de Amazon.

Por esta razón el divorcio de Jeff Bezos y Mackenzie Bezos se ha convertido en un tema relevante para los inversores y para el mercado de valores. En general el sector quiere saber cómo afectará esto a Amazon, una pregunta muy complicada que, de momento, no tiene una respuesta totalmente fiable.

Es cierto que ambos viven en Washington, un Estado que tiene un criterio similar al que opera a nivel general en España, lo que significa que salvo acuerdo de las partes en contrario los bienes obtenidos tras la celebración del matrimonio corresponden a ambos en una relación 50-50, es decir, que cada uno es dueño del 50%.

Amazon fue fundada en 1994 por Jeff Bezos, pero desde sus inicios contó con el apoyo de Mackenzie Bezos, quien empezó trabajando como contable en la primera etapa de la empresa. Cuando la empresa despegó pudo dedicarse a su pasión, escribir novelas, pero tuvo que abandonar su vocación para dedicar tiempo a la crianza y educación de sus hijos.

Todo esto es muy importante, ya que obviamente será tenido en cuenta por el tribunal que decida sobre las claves del divorcio y el reparto de los bienes que hasta ahora tendrían en régimen de gananciales, aunque no se descarta que acaben llegando a algún tipo de acuerdo o que incluso decidan someterse a la legislación de otro Estado, ya que tienen una gran cantidad de propiedades repartidas por Estados Unidos.

La incertidumbre por lo que ocurrirá con Amazon tras el divorcio de Jeff Bezos y Mackenzie Bezos ha hecho caer un 0,5% el valor de las acciones de la compañía, y ha llevado a algunos inversores a corto plazo a vender sus títulos, pero en general los grandes analistas mantienen unas previsiones positivas y no esperan cambios drásticos.