A Fondo
Empresas con historia: Salesforce
Los números de Salesforce hablan por sí solos. En 2018, esta empresa pionera del cloud declaró unos beneficios públicos de 127 millones de dólares, con unos ingresos anuales de 10.480 millones. Su capitalización bursátil es de 102.000 millones y en el último año se situó en el puesto 285 de la prestigiosa lista Fortune 500, que refleja las 500 mayores empresas de Estados Unidos en cuanto a sus ingresos.
Y no, la compañía no empezó en un garaje, como tantos otros unicornios de Silicon Valley, pero sí en un pequeño apartamento. Como ya hicimos con HP, y Samsung, hoy os contamos su historia.
Pero antes de empezar, una pequeña pausa para la publicidad. El próximo 9 de mayo, el Palacio de Congresos de Madrid celebra una nueva edición de Salesforce Basecamp, uno de los eventos más importantes del año para la firma americana. Salesforce Basecamp Madrid 2019 contará con más de 35 sesiones especializadas, demostraciones en vivo y una zona de exposición Customer Success con más de 30 partners y áreas específicas para pequeñas y medianas empresas. ¿Te lo vas a perder?
El sueño de Marc Benioff
Uno de los mayores éxitos de Salesforce es que sin ser una de las «clásicas» de Silicon Valley, no ha tardado demasiado tiempo en convertirse en una de sus compañías más importantes y respetadas.
La compañía fue fundada en 1999 por el ex-Oracle Marc Benioff, quien en sus primeros años de carrera profesional también había formado parte de uno de los equipos de desarrollo de Apple. Por supuesto, no lo hizo solo. En la aventura de lanzar una de las compañías más importantes del mundo cloud le acompañaron Parker Harris, Dave Moellenhoff y Frank Domínguez, tres desarrolladores especializados en SaaS que previamente habían desarrollado su carrera en la consultora Left Coast Software.
Como explica el propio Benioff en su autobiografía «Behind the Cloud: The Untold Story of How Salesforce.com went from idea tu billion-dollar company and revolutionized an Industry», la idea que guiaba el lanzamiento de la nueva empresa era «construir un software fácil de adquirir, simple de utilizar, democrático, alejado de instalaciones complejas, costes de mantenimiento y actualizaciones constantes».
Esa idea comenzó a materializarse en marzo de ese año, cuando los tres socios pasaron un mes prácticamente sin salir de un apartamento en Telegraph Hill (cerca de la casa de Benioff en San Francisco), en el que se cuenta que todo lo que había eran un par de mesas y las fotos del Dalai Lama y Albert Einstein observando cómo «picaban código» de forma frenética.
El primer prototipo nace tan sólo después de un mes de desarrollo. Era una versión muy básica y claramente inspirada por el «look and feel» de Amazon, una de las compañías más admiradas por Benioff, que se preguntaba por qué las aplicaciones de negocio no podían entregarse de una forma tan sencilla como lo hace una web. «Quiero que Salesforce sea tan fácil de utilizar como Amazon.com», solía insistir cuando se le preguntaba.
En julio de ese mismo año, la que por aquel entonces no pasaba de ser una pequeña startup, encuentra una oficina para poner en marcha Salesforce.com con la ayuda de los que fueron sus primeros diez empleados. Para el mes de noviembre, las mesas se acumulan en los pasillos y un año más tarde, la compañía se traslada a su posteriormente famosa sede de One Market Street.
De la campaña «No Software» al primer Dreamforce
Aunque ya en el año 2000 Salesforce tenía un producto interesante y cierta tracción en el mercado, lo cierto es que seguía siendo un pez muy pequeño en un océano dominado por las grandes tecnológicas. Así que para darse a conocer, necesitaba hacer ruido. Y vaya si lo hizo.
Lanza para ello su famosa campaña de marketing «The End of Software» en la que sus carteles y pegatinas «No Software» se utilizan para identificar a los nuevos evangelistas cloud, que afirman a todos los que quieran escucharles, que el «software tradicional, on premises» ha quedado obsoleto. La afirmación era atrevida y desde luego, adelantada a su tiempo.
Saltamos ahora desde esa campaña de evangelización al año 2003, cuando se presenta el primer Dreamforce, uno de los elementos más icónicos de su ecosistema. Previamente, la compañía ya había demostrado cierta pericia con sus «City Tours», pequeños eventos con los que la empresa recorría las principales ciudades del país para mostrar las últimas novedades de su producto.
Pero Dreamforce supone empezar a jugar en las ligas grandes, todo un cambio de paradigma. Se pasó de eventos de unas pocas horas de duración a un gran evento que duraba varios días. El primero de ellos tuvo lugar en el hotel Westin St.Francis de San Francisco y sus 52 presentaciones contaron con una asistencia global de 1.000 inscritos. En el último, en 2018, participaron más de 90.000.
2004: Salida a Bolsa y Ohana
En 2004, Salesforce se marca otro año clave en su historia. Como las cosas «progresan adecuadamente», la empresa decide debutar en Bolsa. Así en junio de ese año, toca la campana en el New York Stock Exchange y empieza a cotizar utilizando el símbolo CRM, acrónimo del core business de su negocio.
La empresa, que no tarda en llamar la atención del mercado (nada más debutar «levanta» 110 millones de dólares) encuentra entre sus primeros inversores nombres tan conocidos como los de Larry Ellison (fundador de Oracle), Halsey Minor (fundador de la red de medios de comunicación CNET) o la famosa congresista demócrata Nancy Pelosi.
Al mismo tiempo, presenta de las líneas maestras de su cultura corporativa y su compromiso con la comunidad. Así, bajo el nombre hawaiano de «Ohana» (familia) y vestidos con estrafalarias camisas, los directivos de la incipiente multinacional dan los primeros pasos para construir las señas de identidad que desde ese momento todos asociamos con la marca.
App Exchange, Apex y Visualforce
A partir de su debut en Bolsa, la actividad en Salesforce empezó a tomar velocidad de crucero. Comenzamos en 2005, cuando la compañía lanzó AppExchange, un servicio que revolucionaría la forma en la que se comercializa el software de gestión empresarial.
Publicaciones especializadas como BusinessWeek o Forbes saludaron el lanzamiento de AppExhange, bautizándolo como el «iTunes del software para empresas». No era para menos. Por primera vez, una compañía ofrecía a sus partners una plataforma en la que podrían posicionar sus propias aplicaciones, para ofrecérselas también a los usuarios de Salesforce.
Un año más tarde y tras reunir a más de 5.000 asistentes en su Dreamforce, profundizó en la misma idea con el lanzamiento de Apex (Salesforce On Demand Programming Language), un lenguaje de programación propio que permitía por primera vez a terceros escribir y ejecutar código Salesforce para su arquitectura y la nube que la compañía ponía a su disposición.
Apex vino acompañada por Visualforce, un conjunto de APIs que permitía a los usuarios crear todo tipo de interfaces de usuario, además de trabajar con formularios, botones, links e incrustar todo tipo de objetos. De esta forma, Salesforce pasó de ser un producto casi exclusivamente SaaS a convertirse también en PaaS.
La evolución lógica de la propuesta de materializó en 2008 con la presentación de Force.com, la plataforma cloud que permitía a cualquier usuario y empresa desarrollar desde cero sus propias aplicaciones. Enseguida, clientes de Salesforce como Citigroup, Morgan Stanley, Thomson Reuters o Japan Post utilizaron Force.com para crear sus aplicaciones personalizadas. La apuesta por su estrategia PaaS se reforzaría en 2010 con la adquisición de Heroku por 212 millones de dólares.
Marketing Cloud y movilidad
2012 es otro año interesante cuando repasamos la historia de la empresa. La compañía de Benioff había pasado unos cuantos meses «de compras». Así, compró Radian 6, una empresa de monitorización social media, por 326 millones de dólares; Buddy Media, especializada en publicar y analizar medios sociales, por 745 millones, y finalmente ExactTarget, empresa que ofrecía distintas herramientas de marketing, por 2.500 millones de dólares.
Estas tres adquisiciones se convirtieron en la base del Salesforce Marketing Cloud, una nueva plataforma de marketing que fue presentada en el Dreamforce de ese año. Un año más tarde, la compañía puso en marcha su plataforma Salesforce1, con el objetivo de llevar a los teléfonos móviles de sus clientes, toda la información a la que ya podían acceder desde su ordenador.
Mejor aún era que la plataforma permitía acceder a todo tipo de aplicaciones Salesforce, pero también a aplicaciones personalizadas y todo tipo de integraciones, además de las AppExhange Apps, que se podían bajar desde la Appstore. Nacía así su App Cloud.
Lightning, Einstein y la IA
Como hemos comentado con anterioridad, para Marc Benioff, Amazon ha sido una fuente de inspiración. Y en este sentido, hasta 2015 el diseño de interfaz de los productos de Salesforce recordaba en muchos aspectos a lo que podían ver los usuarios cuando compraban en la compañía de Jeff Bezos.
Eso cambia radicalmente ese año con la presentación de Lightning, un cambio radical en el «look and feel» de los productos de la marca y que unificaba su diseño en todas las plataformas. Ese mismo año la compañía invertiría 720 millones de dólares en la compra de Quip, estrenándose de esta forma en el terreno de la colaboración empresarial y con el objetivo de plantar cara a aplicaciones como Yammer, o a ese éxito posterior que nacería con el nombre de Slack.
Siendo esto importante, la verdadera revolución llegaría en 2016 con la presentación de Einstein, que surgiría como fruto de la adquisición previa de Metamind. La compañía entraba de lleno en el terreno del machine learning y la Inteligencia Artificial. Desde su presentación, Einstein se ha introducido en todos los productos de Salesforce, permitiendo a sus usuarios acceder a una información más completa sobre sus contactos, ser más ágiles y productivos y anticiparse a sus necesidades.
Finalmente y tras fracasar al intentar comprar nada menos que LinkedIn (la compañía acabaría siendo adquirida por Microsoft), Salesforce se marcaría un tanto con la compra de Demandware (por la que pagó 2.800 millones de dólares). Finalmente, dos años más tarde, en marzo de 2018, Benioff acordaba la compra de MuleSoft, uno de los principales proveedores de plataformas para conectar redes y datos y por la que pagaría la friolera de 6.500 millones de dólares. El resultado final fue el estreno de su Integration Cloud.
En 20 años por lo tanto, Salesforce ha pasado de ser un poco más que un CRM on-line a una enorme suite de productos en la nube, pensada para impulsar los negocios y las ventas de cualquier empresa, no importa su tamaño o facturación. Y sí, hemos hablado de Marketing Cloud o App Cloud, pero a lo largo de estos años, la compañía de Benioff ha puesto en marcha muchas otras como Community Cloud, Sales Cloud, Data Cloud o Commerce Cloud. Desarrollos que han contribuido a cimentar la posición de una compañía que sigue manteniendo una posición de claro liderazgo.
No te pierdas Salesforce Basecamp Madrid 2019!
El próximo 9 de mayo, el Palacio de Congresos de Madrid celebra una nueva edición de Salesforce Basecamp, uno de los eventos más importantes del año para la firma americana.
Salesforce Basecamp Madrid 2019 contará con más de 35 sesiones especializadas, demostraciones en vivo y una zona de exposición Customer Success con más de 30 partners y áreas específicas para pequeñas y medianas empresas.
Empresas como Repsol, Santander Consumer Finance o Fundación Inocente Inocente contarán de primera mano cómo han mejorado la experiencia que ofrecen a sus clientes. Pero además Salesforce contará con otras organizaciones españoles que enseñarán como han transformado los negocios con la creación de una visión completa gracias a la Inteligencia Artificial y el trabajo conjunto. ¿Te lo vas a perder?
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