Estados Unidos asesta un golpe doble a Huawei

La Administración Trump sigue adelante con su empeño de bloquear todo lo que pueda a Huawei. Pero ya no le basta con presionar a las operadoras nacionales para que no usen equipo de Huawei en el despliegue de redes 5G y cadenas de distribución nacionales para que no vendan sus productos. Tampoco con intentar que otros países veten la presencia de los equipos de la compañía en sus redes. El gobierno del país, que sin duda utiliza a Huawei como un peón en su cada vez más encarnizada guerra comercial con China entre acusaciones de espionaje, ha decidido tomar medidas más drásticas.

Así, alegando motivos de seguridad nacional, según Reuters, las autoridades estadounidenses han tomado dos decisiones. Por un lado, el Presidente Trump ha firmado una orden ejecutiva que da al Gobierno federal el poder de impedir a las empresas estadounidenses que compren equipo de telecomunicaciones de fabricación extranjera de compañías que estén consideradas un riesgo para la seguridad nacional.

El encargado de decidir qué transacciones se consideran un riesgo para la seguridad será el Secretario de Comercio, y no implica que ninguna empresa quede inmediatamente marcada como una amenaza, pero todo apunta a que la medida está pensada específicamente para Huawei, que ha sido acusada numerosas veces de espiar para el gobierno chino a través de sus equipos de red.

Las empresas de EEUU no podrán vender componentes a Huawei sin autorización

Por otro, las autoridades han incluido a Huawei en la lista de empresas a las que no debe venderse tecnología estadounidense sin aprobación especial para ello, lo que hará que Huawei no pueda comprar gran cantidad de componentes que necesita para fabricar equipamiento de red (y es posible que la medida se extienda a los de otros dispositivos). Es una prohibición similar a la que causo un bloqueo casi completo a ZTE el año pasado de la compra de material necesario para la fabricación de sus smartphones.

La medida no sólo afecta a la matriz de Huawei, sino que en esta lista, conocida sencillamente como Lista de Entidades, han entrado también 70 de sus filiales. Entrará en vigor dentro de unos días, y por ahora se desconoce tanto su fecha de entrada en vigor como cuánto tiempo afectará a Huawei. También es probable que se utilice como medida de presión para hacer que China acceda a determinadas concesiones y medidas.

Lo que sí está claro es que con la entrada de Huawei en esta lista, sus proveedores estadounidenses tendrán que solicitar licencias para proporcionar a la compañía cualquier elemento que pueda estar sujeto a las normas de control de exportación de Estados Unidos. Y conseguir estas licencias les va a resultar muy complicado, porque tendrán que demostrar que la transferencia de productos no dañará la seguridad nacional estadounidense.

La combinación de estas dos medidas es, sin duda, un duro golpe para Huawei, ya que amenaza la capacidad de la compañía para poder seguir vendiendo muchos productos por su dependencia de suministradores estadounidenses, aparte de su más que probable bloqueo para la venta de equipo de red en Estados Unidos. Y llegan en un momento en el que las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos son cada vez más tensas, entre anuncios de subida de aranceles por parte de uno y otro a sus productos.

El gobierno estadounidense cree que los smartphones y el equipamiento de red fabricado por Huawei para las empresas de telecomunicaciones podrían ser utilizados por el gobierno de China para espiar a los estadounidenses.

Huawei no sólo lo niega tajantemente, sino que además sus responsables están dispuestos a firmar acuerdos de «no espionaje» con los gobiernos europeos que accedan a utilizar sus equipos de red en sus redes 5G, y hacerlo además sin condiciones. Con estas medidas, la compañía china busca ganar la confianza de Europa, una de sus apuestas para hacer frente a la actitud hostil que Estados Unidos tiene con ella.

Huawei niega las acusaciones de Estados Unidos

Además, Huawei, que ha negado repetidamente las acusaciones de Estados Unidos, ha subrayado que «Huawei es el líder indiscutible en 5G. Estamos listos y dispuestos a colaborar con el gobierno de EE. UU. y proponer medidas efectivas para garantizar la seguridad del producto. Restringir a Huawei del negocio en Estados Unidos no hará que Estados Unidos sea más seguro o más fuerte. Solo servirá para limitar a EE. UU. con alternativas más caras y de menor calidad, dejando a EE. UU. rezagado en el despliegue de 5G y perjudicando los intereses de sus empresas y consumidores. Además, las irracionales restricciones infringirán los derechos de Huawei y plantearán otros graves problemas legales«.

Estas medidas no sólo perjudicarán a Huawei, sino que también es probable que afecten a las cuentas de sus proveedores estadounidenses. Entre ellos, Qualcomm y Broadcom, que suelen facilitar chips a la compañía para sus dispositivos de red y terminales.

Mientras tanto, el miedo a China y su poder no sólo en Estados Unidos, sino en otros países, parece extenderse. Muchas compañías ya están valorando trasladar al menos una parte de su producción en China a otros países de los alrededores. Por ejemplo, a la India.

Apple es uno de los que ya cuenta con bastante producción en el país, que va poco a poco viendo subir la presencia de empresas tecnológicas extranjeras que buscan producir sus productos a costes no muy elevados y en países que no estén en el punto de mira de Estados Unidos.

China, por ahora, no es un lugar demasiado seguro para las empresas que quieran fabricar allí. Sobre todo para las estadounidenses, que pueden sufrir las consecuencias de estas últimas medidas de la Administración Trump. Se desconoce qué hará China para responder a estas medidas contra Huawei, pero seguro que no se va a quedar sin hacer nada.