Google suspende negocios con Huawei tras el bloqueo de Trump

Google suspenderá los negocios con Huawei que requieran la transferencia de productos de hardware y software, excepto los que estén cubiertos por licencias de código abierto, asegura en una exclusiva la agencia Reuters citando «fuente cercanas al asunto».

La medida llega tras el bloqueo a Huawei del gobierno estadounidense y, si bien, los detalles de los servicios específicos que Google suspenderá todavía se estaban discutiendo internamente en el gigante de Internet, es otra medida que complica el negocio de Huawei fuera de China.

Huawei perderá de inmediato el acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android, y la próxima versión de sus teléfonos inteligentes que se vendan fuera de China, también perderán el acceso a miles de aplicaciones y juegos, así como servicios populares derivados de Google Services y Google Play Store.

Huawei continuará teniendo acceso a la versión del sistema operativo Android disponible a través de la licencia de código abierto que está abierta a cualquier persona que desee usarla, pero Google dejará de proporcionar soporte técnico y colaboración para sus propios servicios y los que presta a través de Android, siempre según la información de Reuters. 

Aunque es de suponer que una vez que los terminales estén en manos de los usuarios éstos podrán instalar Google Services, Play Store y las aplicaciones que estimen conveniente, sin duda es un contratiempo serio pensando en el negocio de movilidad de Huawei, el que más ha crecido en ventas en los dos últimos años hasta llegar a superar a la misma Apple y acercarse a la primera posición que sigue ocupando Samsung.

China califica de «sabotaje industrial» el bloqueo a Huawei

La información de Reuters no ha sido confirmada por Google ni por Huawei, pero la situación se está complicando, para todos. El anuncio oficial del bloqueo a Huawei es otro paso en la escalada de guerra comercial de la administración de Trump contra China. Sin pruebas conocidas, la empresa china ha sido acusada de «espionaje» y bajo el argumento siempre recurrente de la «seguridad nacional» no podrá vender equipos de telecomunicaciones a empresas estadounidenses y no podrá comprar componentes y tecnología estadounidense sin una aprobación especial.

Huawei ya ha advertido que la decisión no beneficia a nadie, y supondrá un daño económico significativo para las compañías estadounidenses con las que Huawei hace negocios, afectará a decenas de miles de empleos estadounidenses e interrumpirá la colaboración actual y la confianza mutua que existe en la cadena de suministro global.

Mientras, el gobierno chino ha calificado el bloqueo a Huawei de «sabotaje industrial» al utilizar la seguridad del estado “como un pretexto para suprimir empresas extranjeras” y amenaza con tomar acciones de represalia, poniendo en riesgo el negocio de las tecnológicas estadounidenses en el mayor mercado del planeta. Hay consenso para estimar que el ataque de Trump es político y comercial, usando a Huawei contra China y repercutiendo sus consecuencias en todo el comercio mundial.