Intel Xeon Scalable: ¿qué opinan los inversores?

La semana pasada, tras un tiempo de espera, finalmente Intel presentó su nueva familia de procesadores Intel® Xeon® Scalable, una nueva generación de Intel® Xeon® especialmente diseñada para satisfacer las necesidades de los nuevos centros de datos y las cargas de trabajo asociadas a las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial que, sin duda, requieren un altísimo rendimiento. Ya hemos hablado en varias ocasiones de esta nueva tecnología, pero hoy vamos a abordar el lanzamiento desde un prisma distinto: el de los inversores.

Así pues, nos fijamos en un artículo de Madison, que nos permite comprobar qué piensan los mercados sobre esta novedad de Intel, en qué aspectos hacen hincapié y, finalmente, si consideran que el gigante tecnológico es una buena inversión o no. ¿Y cuáles son esos puntos clave? Pues concretamente tres, que analizamos a continuación:

Intel® Xeon® Scalable ya está en el mercado

Es cierto que la empresa todavía no comercializa los nuevos integrados a través de los canales habituales. Sin embargo, y como ya es tradición en la compañía, sí que han procedido con su programa de envío temprano (early ship program). Es decir, que algunos clientes de gran tamaño ya han comenzado a recibir los primeros procesadores salidos de fábrica con el fin de empezar a instalarlos en sus infraestructuras y, así, empezar a sacar partido de inmediato a su rendimiento.

Si nos basamos en cómo ha funcionado este programa en anteriores ocasiones, el adelanto con respecto a la llegada de los procesadores al gran mercado es de seis meses, y en el caso concreto de Intel® Xeon® Scalable, el volumen del mismo se habría incrementado con respecto a anteriores ocasiones, alcanzando el medio millón de unidades enviadas antes de su llegada al mercado. Dicho de otra manera: Intel® Xeon® Scalable no es el futuro, en algunos casos ya es el presente.

Mejoras en el branding y la segmentación del mercado

Acercar la nomenclatura de las familias de producto a un lenguaje más comprensible, incluso para los profanos en la materia, es siempre un acierto. Así, a diferencia de la política seguida por Intel a este respecto hasta ahora, la nueva división de los productos se efectúa dividiéndolos en cuatro grandes grupos: Xeon Bronze, Xeon Silver, Xeon Gold y Xeon Platinum. Gracias a esta nueva división, y aunque tras la misma se puede obtener toda la información técnica sobre cada integrado (núcleos, frecuencia, caché, etcétera), es mucho más fácil distinguir, de un primer vistazo, el nivel de rendimiento que podemos esperar de cada uno y, por lo tanto, cuál se ajusta mejor a nuestras necesidades y presupuesto.

Gran mejora de rendimiento

Este es, sin duda, el aspecto más importante a la hora de analizar la nueva propuesta de procesadores de Intel para centros de datos. Un rendimiento que crece, de media, un 1,65x con respecto a sus predecesores, un salto que pasa hasta un factor de 5x si hablamos de OLTP (OnLine Transaction Processing), un campo que comprende algunas de las cargas de trabajo que más han crecido de un tiempo a esta parte, como el modelado y simulación, aprendizaje automático (Machine Learning y Deep Learning), informática de alto rendimiento y creación de contenidos digitales.

Así pues, y con estos datos, ¿qué opina Madison en lo que se refiere a invertir en Intel? Pues en función del artículo, que a su vez se basa en una publicación de The Motley Fool, la recomendación es de compra. Así pues, Intel es más que interesante no solo como tecnológica, sino también como inversión recomendable.