Obtienen por primera vez en España niobio y tántalo, el oro negro de los móviles

Un equipo de investigadores liderados por el CSIC ha conseguido extraer por primera en España vez dos de los metales más valorados por la industria tecnológica de la escoria resultante de la recuperación de estaño de una mina de la provincia de Ourense. Se trata de niobio y tántalo, considerados el oro negro de los móviles, y que por primera vez se han conseguido sintetizar en la única mina que existe para su extracción en toda Europa.

En su extracción se ha utilizado un procedimiento específico para la recuperación de estaño diseñado y desarrollado por este equipo de investigadores. Para hacer realidad este procedimiento, los investigadores han puesto en marcha el denominado Proyecto ESTANNIO, en colaboración con las empresas Strategic Mineral y KROWN. Con él se pretende diseñar procesos para el aprovechamiento de los residuos mineros de la mina donde ya se ha conseguido extraer niobio y tántalo.

Según el procedimiento utilizado, a partir de los minerales que se sacan de la mina, en primer lugar se produce a procesarlos para conseguir estaño con una pureza muy alta. Después, de la escoria que resulta del proceso, se extraen los compuestos de niobio y tántalo. Aparte de ambos, también se consigue cuarzo, feldespato y mica.

El lugar que se ha producido esta extracción es la mina de Penouta, situada en la aldea ourensana de Viana do Bolo. Esta mina, que ha permanecido cerrada hasta hace unos meses, estuvo explotada hasta el año 1982. Como consecuencia de su actividad, generó una ingente cantidad de residuos, que son los que contienen estos minerales, valiosísimos para la industria tecnológica, por ser componentes del coltán.

Félix Antonio López, Investigador del CSIC en el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM), ha señalado sobre esto que «el coltán, término coloquial para denominar la mezcla en proporción variable de columbita y tantalita, es un mineral relativamente escaso que contiene niobio y tántalo, y que forma parte de los minerales estratégicos para la Unión Europea por sus propiedades para fabricar la mayoría de los dispositivos electrónicos que nos rodean, desde smartphones a consolas de videojuegos«.

El tántalo se usa sobre todo para fabricar condensadores, debido a que, cuando se encuentra en forma de óxido, de acumular carga eléctrica de forma eficaz, así como de liberarla cuando se necesita en circuitos integrados. El rápido aumento de la demanda de estos minerales, y el hecho de que su obtención esté vinculada a zonas en las que hay conflictos bélicos y explitación infantil, como sucede en el Congo, hace que conseguirlos en zonas que no haya conflictos sea cada vez más importante. Por ejemplo, en Europa.

Según López, «el niobio y el tántalo son dos elementos con mucha afinidad química, y su separación selectiva es complicada. Para ello, tenemos que separar primero el estaño y después aplicar un proceso laborioso para obtener sales comerciales tanto de niobio como de tántalo, y hacerlo además con rendimientos y purezas atractivas para su explotación comercial«.

Para la separación se han utilizado varios procesos químicos desarrollados por los investigadores. Con ellos, a través de varias etapas de lixiviación y extracción con disolventes orgánicos se consigue no solo extraerlos, sino además hacerlo con una calidad comercial que no se puede conseguir con los métodos convencionales. Así, tal como señala López, han conseguido «lingotes de estaño con una pureza del 95% y las primeras sales de niobio y tántalo con una calidad comercial de hasta un 97% y un 99%, respectivamente«.

Además, dentro del proyecto ESTANNIO se ha instalado en Salamanca una planta comercial de fusión para obtener estaño. También una planta piloto hidrometalúrgica para la obtención de niobio y tántalo en el CENIM. Y sus planes no quedan aquí, puesto que el proyecto va a estudiar la posibilidad de obtener metales de tierras raras, sobre todo de cerio y lantano, también considerados estratégicos.