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Acusan a Microsoft de gastar millones en sobornos para cerrar acuerdos
Un antiguo director de Microsoft, Yasser Elabd, ha acusado a Microsoft de pagar millones de dólares en sobornos para cerrar acuerdos de negocios en África y Oriente Medio. Elabd ha asegurado que en 2016 cuestionó un pago de 40.000 dólares para hacer una venta en un país de África, por lo que después sufrió represalias y fue despedido en 2018. En 2020, Elabd aseguró que le llegó más información sobre el suceso cuando un antiguo colega de Arabia Saudí le empezó a reenviar emails y documentación que tenía indicios de prácticas corruptas.
Así, Elabd señala que «examinando una auditoría de varios partners realizada por PricewaterhouseCoopers«, descubrió que «cuando se acordaban los términos de la venta de un producto, o un contrato, un directivo o un empleado de ventas de Microsoft propondría después un acuerdo paralelo con el partner y con el encargado de tomar la decisión de la entidad que hacía la compra. El que tomaba la decisión enviaría después un email a Microsoft pidiendo un descuento, que se le concedía, pero a pesar de ello el cliente final pagaba el precio completo. La cantidad descontada se distribuía entonces entre las partes que habían confabulado: el empleado de Microsoft implicado, el partner y el tomador de decisiones de la entidad compradora, que en muchas ocasiones era un funcionario del gobierno«.
No es la primera vez que Microsoft se enfrenta a este tipo de acusaciones, que le han hecho ser sancionada en el pasado. En 2019, Microsoft fue multada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, así como por la Comisión de bienes y valores, por este mismo comportamiento en varios países. Los de Redmond acordaron pagar 8,7 millones de dólares por sanciones penales por presuntos sobornos en sus prácticas empresariales en Hungría.
Además, a raíz de una investigación relacionada con dicho caso, ese mismo año Microsoft acordó pagar a la SEC 24 millones de dólares en virtud como pacto para que se retiraran los cargos de que había violado la Ley de prácticas corruptas en el extranjero (FCPA), que prohibe el pago de sobornos a funcionarios oficiales para que les ayuden a cerrar acuerdos, a través de filiales en Hungría, Tailandia, Arabia Saudí u Turquía, así como cargos criminales por su conducta en Hungría.
Tal como la SEC describió la situación de entonces, Microsoft ofreció descuentos en licencias de software a sus partners, que en vez de a su vez ofrecérselos a los clientes del gobierno de Microsoft los utilizaron para financiar pagos a funcionarios del gobierno para la aprobación de los acuerdos de venta. Además, aseguró que las filiales de Microsoft ofrecían regalos y viajes de forma impropia a funcionarios extranjeros del gobierno, así como a clientes no gubernamentales, a través de un fondo para fines ilegales ofrecido por partners y revendedores de Microsoft.
En cuanto a Elabd, asegura tener conocimiento de otros cinco empleados de Microsoft que o bien fueron despedidos o se les obligó a dimitir por informar de irregularidades financieras. Además, asegura que la SEC ha rechazado abrir una investigación sobre ello, a pesar de que les ha presentado evidencias como parte de su queja.
Se lo agradecieron, pero no admitieron en caso, «alegando que la pandemia ha evitado que pudieran reunir más evidencias del extranjero, aunque ya les he proporcionado documentación que creo que demuestra que Microsoft está violando el acuerdo de 2019, y que todavía participa en negocios corruptos que violan las leyes de Estados Unidos«.
Por otro lado, el exdirectivo de la compañía alega que la compañía sabe lo que pasa con sus partners y hace la vista gorda deliberadamente, apuntando que, según sus estimaciones «un mínimo de 200 millones van a empleados de Microsoft, partners y funcionarios gubernamentales cada año«, y que según su experiencia, «entre el 60% y el 70% del personal de ventas y directores de Oriente Medio, África y partes de Europa están recibiendo estos pagos«.
Según The Register, Microsoft respondió a las acusaciones de Elabd con una declaración de Becky Lenaburg, Vicepresidenta y viceasesora legal en ética y cumplimiento de normativas de Microsoft, en la que señalaba que en la empresa están «comprometidos a hacer negocios de manera responsable y siempre animamos a cualquier a informar de cualquier cosa que vean que pueda violar la ley, nuestras políticas o nuestros estándares éticos. Creemos que hemos investigado antes estas acusaciones, que son de hace varios años, y las hemos abordado. Cooperamos con las agencias del gobierno para solucionar cualquier preocupación«.
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