Ericsson y Nokia se unen a la lista de tecnológicas que han dejado de operar en Rusia en protesta por la invasión de Ucrania. Pero mientras que Ericsson ha anunciado que lo hace por un tiempo indefinido, Nokia ha confirmado que deja de operar en el país de manera definitiva.
La primera, tras seis semanas de análisis del impacto de las sanciones impuestas en Rusia por occidente, ha decidido suspender sus operaciones y ventas al país, pero seguirá pagando el sueldo de sus trabajadores en Rusia. La compañía decidió suspender sus ventas al país a finales de febrero, y ahora detendrá sus negocios con sus clientes rusos de manera indefinida. Como consecuencia de su retirada de este mercado, Ericsson sufrirá un impacto superior a los 95 millones de dólares, que apuntará en el primer trimestre de 2022 como «disminución de activos y otros costes excepcionales».
Ericsson estaba ayudando a desarrollar redes 5G privadas para clientes industriales, junto con Mobile TeleSystems Public Joint Stock, el principal proveedor de telecomunicaciones móviles del país. Además, tenía un hub de innovación 5G en Moscú, y desde 2014 tenía una Academia Ericsson en Moscú, con la que capacitaba a empresas y ciudadanos locales para que pudiesen utilizar su kit.
Nokia, por su parte, ha confirmado que seguirá proporcionado soporte a sus clientes durante su proceso de salida de Rusia, un periodo que todavía no sabe cuándo va a durar. Por ahora, está solicitando las licencias relevantes que necesita para proporcionar soporte a sus clientes, y hacerlo de acuerdo con las sanciones en vigor. La compañía no espera que esta decisión tenga impacto en sus previsiones de 2022, pero ha anunciado que apuntará una provisión al respecto en los resultados de su primer trimestre, de unos 100 millones de euros.
Esta decisión también supone que Nokia no va a poner en marcha un plan anunciado en noviembre, en el que comunicaba la puesta en marcha de una empresa conjunta con la rusa Yadro para desarrollar estaciones base 4G y 5G. En cuanto al número de trabajadores afectados por esta decisión, serán unos 2.000, aunque la compañía ha confirmado que a varios se les ofrecerá trabajo en otros países.
La salida de ambas empresas, dedicadas a las redes, del país, son sin duda buenas noticias para Huawei, que ha sido vetado en numerosos países y está sancionada por Estados Unidos. La compañía china está bien situada en Rusia, y con estas salidas, es más que probable que gane una buena cuota de mercado en Rusia. Actualmente, entre el 40% y el 60% del equipamiento wireless instalado en Rusia es de Huawei.