Los empleados de Apple protestan contra los planes del regreso a la oficina

La pandemia de la COVID-19 nos ha dejado muchas lecciones. Una de ellas es que muchos trabajos se pueden realizar perfectamente en remoto, es decir, desde cualquier rincón del mundo, y también que en muchos casos no solo es innecesario acudir a la oficina, sino que además esto puede acabar siendo contraproducente. En este sentido, Apple fue una de las empresas que más apostó por el teletrabajo, y ahora es una de las que más está sufriendo para intentar que sus empleados vuelvan a la oficina.

Este es un tema que está afectando a numerosas empresas en muchos países, de hecho ya tuvimos la oportunidad de hablar de ello en este artículo, pero en el caso de Apple la situación se está volviendo cada vez más complicada, o al menos eso indica una reciente información que confirma una protesta iniciada por un grupo de empleados frente a una fecha que marca el retorno a la oficina. En dicha protesta el grupo «Apple Together» pide más flexibilidad de cara al mantenimiento del trabajo en remoto, y con ella esperan poder reducir el mínimo de tres días de trabajo en la oficina que entrará en vigor a partir del 5 de septiembre.

Parece poco probable que estos trabajadores vayan a ser capaces de cumplir sus objetivos de seguir disfrutando de un régimen de teletrabajo casi absoluto, de hecho el propio Tim Cook dijo recientemente que el trabajo colaborativo en persona es clave para el éxito de Apple, y en todos los sentidos. Con todo, el CEO también es consciente de los trabajadores son más felices y productivos con acuerdos más flexibles.

Podríamos pensar que, con todo lo dicho en mente, aún cabe la posibilidad de que dicha protesta logre arañar al menos un día menos de oficina a la semana, pero creo que es poco probable porque, precisamente, fue la rigidez de esta orden de vuelta a la oficina la que hizo que Ian Goodfellow, jefe del equipo de aprendizaje automático de Apple, decidiera abandonar la compañía de la manzana para irse a Google.

El abandono de empresas a favor de otras que ofrecen modelos de teletrabajo más flexibles se ha convertido en una constante, y no parece que la situación vaya a cambiar. Es perfectamente comprensible ya que, al final, los beneficios del teletrabajo son importantes a nivel de conciliación de la vida personal y familiar, y en muchos casos tienen un impacto positivo en la productividad y el estado anímico de los trabajadores.