La inversión en nube pública se acercará en 2023 a los 600.000 millones de dólares

La inversión total en la nube pública que harán los usuarios finales, tanto consumidores como empresas, en 2023, estará cerca de los 600.000 millones de dólares. En concreto, llegará a 591.800 millones de dólares, una cifra que supone un crecimiento del 20,7% con respecto a 2022, que se quedará en 490.300 millones de dólares.

Según Gartner, la Infraestructura como Servicio (IaaS) será el área de la nube pública que más crecerá en 2023 en inversión: un 29,8%. Todos los segmentos de la computación cloud pública crecerán en 2023, aunque las áreas de Plataforma como Servicio y Software como Servicio serán las que acusen con más fuerza la inflación.

En ambos casos, los impactos que experimentarán tanto la PaaS como el SaaS se deben a los problemas de plantilla y el foco de las empresas en la protección de sus márgenes. Aún así, el próximo año la inversión en Plataforma como Servicio crecerá un 23,2% y la que se registrará en Software como Servicio lo hará un 16,8%.

Sid Nag, Vicepresidente de analistas de Gartner, ha recordado que «las presiones inflacionarias actuales, así como las condiciones macroeconómicas, están teniendo un efecto de tira y afloja en la inversión en la nube. El cloud computing seguirá siendo un bastión de la seguridad y la innovación, apoyando el crecimiento en tiempos inciertos debido a su naturaleza ágil, elástica y escalable. Aun así, las organizaciones solo pueden gastar lo que tienen. La inversión en cloud podría reducirse si los presupuestos TI bajan, dado que la nube sigue siendo el principal destino del gasto en TI«.

Aún así, Nag ha señalado que «la migración a la nube no se detiene. La IaaS seguirá creciendo de manera natural a medida que las empresas aceleren las iniciativas de modernización TI para minimizar los riesgos y optimizar costes. Pasar operaciones a la nube también reduce los gastos de capital, extendiendo los gastos a lo largo de un periodo de suscripción, un beneficio clave en un entorno en el que el dinero en metálico puede ser crítico para mantener las operaciones. Unos salarios mas elevados y unas plantillas con más habilidades son necesarios para desarrollar aplicaciones SaaS modernas, por lo que las organizaciones tendrán dificultades, dado que las contrataciones se van a reducir para controlar los costes. Pero como el PaaS puede facilitar una generación de código más eficiente y automatizada para las aplicaciones SaaS, la tasa de consumo de PaaS aumentará«.

A pesar de todo, y también de las presiones de crecimiento, rentabilidad y competición, «el gasto en la nube seguirá a través del uso perpetuo del cloud. Una vez que las aplicaciones y las cargas de trabajo se mueven a la nube, suelen seguir en ella, y los modelos de suscripción aseguran que el gasto seguirá durante el tiempo que dure el contrato, y muy probablemente bastante más adelante. Para estos proveedores, la inversión en cloud es una renta«.