Se frena el Marco de Política de Datos Transatlánticos al no cumplir con las regulaciones de privacidad GDPR de la Unión Europea

A pesar de que la Comisión Europea se mostró partidaria en diciembre de aprobar el pacto de privacidad de datos entre la UE y Estados Unidos, la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos Interiores del Parlamento Europeo ha decidido paralizar todas las negociaciones debido a que no confía en los métodos de gestión de información personal de los ciudadanos europeos por parte de las empresas estadounidenses.

La decisión de repulsa al Marco de Política de Datos Transatlánticos viene de una consideración de que éste no cumple con las regulaciones de privacidad del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE, viendo como la política implantada actualmente por EEUU podría poner en jaque la seguridad de los usuarios. Con esta medida se podían manipular informaciones confidenciales, sin autorización judicial, si el objetivo era velar por la seguridad nacional.

Según el organismo europeo, esa protección que ofrece la Administración Biden es insuficiente, ya que podría finalmente comunicarse a otras instituciones o modificarse en cualquier momento. La orden ejecutiva es ‘demasiado vaga’, señalan, ya que los tribunales de EEUU serían los únicos responsables de interpretar la política de recopilación y manipulación masiva de datos. En este sentido, el gobierno estadounidense se rige por reglamentos como la Ley Patriota o la Ley de la Nube, que no tienen cabida en el viejo continente.

La respuesta de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) no ha tardado en llegar y tachan a la UE de no haber promulgado una reforma de vigilancia significativa. Para el Comité de la Unión Europea, EEUU aún no cuenta con una ley federal de protección de datos y lo considera incompatible con el marco del RGPD.  No obstante, y a pesar de la oposición de este organismo, es algo no vinculante y el acuerdo podría avanzar sin impedimento alguno.

Según afirma el vicepresidente ejecutivo de políticas públicas de Interactiva Advertising Bureuau, que apoyó el borrador del Marco de Política de Datos Transatlánticos, la decisión del comité no sorprende a nadie. Siempre, asegura, manifiesta un punto de vista particular sobre temas relacionados con la privacidad y las libertades civiles. Ahora lo que tocará analizar es qué decide la Comisión Europea al respecto; si sigue hacia adelante o si se deja influenciar por esta controvertida opinión.

Los antecedentes de la Comisión Europea

La Comisión Europea anunció a mediados de diciembre el inicio del proceso de aprobación del marco de privacidad de datos UE-EEUU para permitir el flujo de datos entre ambos territorios, garantizando la privacidad de los usuarios. Resulta contradictorio lo que opina el Comité en comparación con la idea de la Comisión Europea hace ya dos meses, pues aseguró que la legislación garantizaba un nivel adecuado de protección para los datos transferidos a las empresas estadounidenses.

A raíz de este nuevo acuerdo entre EEUU-UE las empresas deben cumplir con una serie de regulaciones de privacidad, eliminando datos personales cuando no fuesen necesarios si se cumplió con el propósito para el que fueron recopilados y garantizando la continuidad de protección cuando los datos se comparten con terceros. En este sentido, los ciudadanos de la UE se ven beneficiados de vías de reparación si sus datos personales se manejan en violación del marco fijado por el Tribunal de Revisión de Protección de Datos de nueva creación.

V?ra Jourová, vicepresidente de valores y transparencia de la Comisión, asegura que las democracias deben defender los derechos fundamentales de los ciudadanos, como la protección de datos, y más en una economía cada vez más digitalizada. En este sentido, defiende que el Marco de Política de Datos Trasatlánticos la salvaguarda. Y es que viene a sustituir acuerdos previos como el Escudo de Privacidad, cancelado anteriormente por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Si todo continúa avanzando a buen ritmo, se prevé que el Marco esté aprobado en totalidad de cara a la próxima primavera.