A Fondo
La construcción ante el gran reto de su transformación digital
La digitalización ha transformado diversas industrias y sectores de manera significativa, y el sector de la construcción no es una excepción. Como en la inmensa mayoría de los verticales de la industria, la implementación de nuevas tecnologías se ha vuelto fundamental para optimizar procesos, mejorar la eficiencia y afrontar los desafíos actuales y futuros.
Conscientes de la importancia de este tema, MCPRO y MuyPymes, celebramos hace unos días nuestro Encuentro IT «Claves en la digitalización de las constructoras ante los retos de 2023” en el que reunimos a destacados expertos y profesionales de la industria. Nos acompañaron en esta ocasión Antón Borraz Mir (CIO de Grupo LOBE), Álvaro Cujó Puig (IT Manager de GRUPO PECSA), Alberto Lapeña (Manager de TI de FCC) José María Carretero Trejo (Delegado de Madrid de Jarquil Construcción), Jesús Sancho, (Responsable TIC del GRUPO MLN), Pablo Alcaraz (Jefe corporativo de Operaciones y Control de OHLA), Lorena Palomo Luis (Responsable de I+D+i de y procesos de CHM Infraestructuras), Juan Trevijano Grasset (Director de Marketing y Desarrollo Digital de PRYCONSA), Daniel López (Business Unit Director de Cegid), Ignacio Salazar Martin( Business Development manager de Cegid), Gustavo de Porcellinis Mamberto (Director Comercial de Total Publishing Network), Rodolfo de Juana (Director de MCPRO).
Uno de los principales temas que durante todo el encuentro sobrevolaron nuestro encuentro fue la resistencia al cambio. Es cierto que tal y como han destacado la mayoría de los participantes, que el sector ha experimentado una creciente transformación impulsada por la digitalización que han impactado en los procesos de diseño, planificación y construcción. Sin embargo, a pesar de los beneficios evidentes que ofrece la digitalización, sigue habiendo barreras difíciles de superar.
La arraigada cultura tradicional y la falta de conciencia sobre las ventajas que la tecnología puede aportar, frenan muchos de los esfuerzos que se están haciendo en la transformación digital de este sector. Como concluyen la mayoría de los participantes, superar esta resistencia requiere no solo educación y capacitación en habilidades digitales, sino también entender que la digitalización tiene que poner a las personas en el centro de los procesos, de modo que vean la tecnología como una oportunidad y no como una amenaza.
“A veces creen que la tecnología está amenazando su puesto, cuando en realidad es una ayuda que está complementando su trabajo. Y, sin embargo, no se acaba de ver y sigue esa resistencia al cambio pese a que muchas veces lo único que queremos es eliminar una tarea repetitiva que les va a hacer ganar tiempo – Antón Borraz Mir
En ese poner a las personas en el centro, Alberto Lapeña, comenta sobre la importancia que tiene ser capaces de comenzar desde abajo y no al revés, “imponiendo un Power BI, cuando todo el mundo en realidad quiere seguir trabajando con Excel”. Sobre todo porque es desde esta aproximación desde la que el responsable de FCC considera que en algún momento será posible “romper con los silos y poner en marcha una gestión centralizada basada en datos, que incluso puedan llegar a ser reutilizables de una a otra obra”.
BIM o no BIM
Si en muchas de las empresas que participan en nuestro encuentro Microsoft Power BI, es un de los puntales de unos procesos de digitalización que quieren acabar con la dispersión de archivos Excel, el otro es la adopción y desarrollo de BIM (Building Information Modeling), un enfoque digital para la gestión integral de proyectos de construcción y que va más allá de los programas de diseño tradicionales, ya que incorpora información adicional y detallada sobre el proyecto como datos de construcción, información sobre materiales, propiedades físicas, características de rendimiento y otros datos relevantes.
Bien utilizado, BIM puede ser además una plataforma de colaboración entre los diferentes profesionales involucrados en el proyecto (arquitectos, ingenieros, contratistas, proveedores…), puede utilizarse para realizar análisis y simulaciones (análisis energéticos, estructurales, de iluminación, flujo de personas…) e incluso, gestionar el ciclo de vida completo de una edificio, desde el diseño y construcción hasta la operación y mantenimiento.
Y desde luego, la implementación de BIM presenta muchas ventajas, pero también además de la resistencia al cambio que ya hemos mencionado, desafíos como la falta de conocimientos y habilidades específicas para la gestión de un software complejo, una inversión presupuestaria que no siempre es prioritaria, su integración con los sistemas existentes, su interoperabilidad con la tecnología legacy de la empresa o la ausencia de estándares y protocolos establecidos.
“Apostar por BIM requiere una gran cantidad de trabajo, y resulta difícil de “vender”, porque muchas veces resulta muy complicado pasar de la digitalización a la industrialización para poder aplicar BIM hasta el final…sobre todo cuando puedes encontrarte con proveedores que no tienen ni correo electrónico» – José María Carretero Trejo
Dicho de otra forma: aunque la mayoría de los participantes de nuestro encuentro destacaron las ventajas de este enfoque, también advirtieron en en muchas empresas pequeñas y medianas de este sector, aún hay un interesante (y a veces largo) camino que andar en en el terreno de la digitalización, comenzando por ejemplo con tareas tan aparentemente sencillas como determinar la forma en la que se comparte información.
Seguridad y WeTransfer
Si una empresa es todo lo segura que sea el más débil de sus sistemas, en el caso del sector de la construcción, hay un “enemigo declarado” en la mayor parte de los departamentos TIC: WeTransfer.Este servicio de envío de archivos, tremendamente popular en el “mercado doméstico”, ha conseguido escalar posiciones en el terreno profesional, convirtiéndose de facto en un standard para el intercambio de documentación en el sector de la construcción.
Incluso en su versión de pago (para los participantes resulta sangrante que la mayoría de las empresas opten por la gratuita), el servicio presenta un posible riesgo de fuga de información confidencial, ya que los archivos podrían caer en manos equivocadas durante la transferencia o cuando se encuentran almacenados en los servidores de WeTransfer.
Además y tal vez lo que más les preocupa es que hay una efectiva falta de control sobre los archivos compartidos. Y es que aunque el servicio permite compartir información de forma rápida y sencilla, no brinda un control granular sobre quién puede acceder a esos mismos archivos compartidos y eso puede resultar problemático en un entorno profesional donde se necesita mantener un control estricto sobre el acceso a la información. Finalmente, WeTransfer no está exenta de posibles vulnerabilidades de seguridad o ataques de malware. Si los usuarios no tienen precauciones adecuadas, podrían exponerse a la descarga de archivos infectados o ser víctimas de ataques.
“La transformación digital no va de ‘herramientas digitales’, sino de transformar digitalmente la empresa, de esponsorizar el pensamiento digital de los trabajadores, de establecer un nuevo marco mental. La mayor parte del fracaso en estos procesos se produce cuando esto falla” – Daniel López
Algunas de las personas que participaron en nuestro encuentro llegaron a sugerir que si objetivo no era otro que prohibir el uso de esa herramienta…para después reconocer lo tremendamente impopular y difícil sería aplicar esa medida, teniendo en cuenta que como explica LaPeña “incluso los ministerios mandan sus licitaciones a través de WeTransfer”.
Evidentemente, la preocupación por la seguridad va más allá que el uso de WeTransfer. Y llama la atención en este sentido, declaraciones como las de Lorena Palomo, que asegura que «las empresas deben concienciarse en la importancia de la formación en materia de ciberseguridad a todo el personal desde la dirección hasta las personas de producción que utilizan dispositivos en su trabajo diario para hacer de supuesto de trabajo un lugar seguro». Como asegura la experta de CHM y en lo que coinciden sus compañeros es que, tanto en el terreno de la seguridad como en otros aspectos relacionados con la transformación digital de la empresa, la clave está en el apoyo claro desde la dirección, un mensaje unívoco que vaya de arriba a abajo, que deje claro que la digitalización no es un gasto, sino una inversión».
Un sector que quiere seguir innovando
Pese a todo, sería injusto afirmar que este es un sector en el que no se está innovando. Y aunque es cierto que algunos aseguran que las obras se siguen haciendo “como se hacían hace 30 años”, es indudable que se han introducido mejoras.
Con el uso de drones por ejemplo, las compañías de este sector están descubriendo cómo pueden realizar inspecciones visuales de estructuras, terrenos y sitios de construcción de una manera más rápida y eficiente; capturar fotografías y vídeos en áreas de difícil acceso o mejorar la calidad y precisión de los datos que se toman.
A este respecto, Pablo Alcaraz señala que el uso de estos dispositivos ha facilitado mucho el trabajo, y que ahora “el desafío es escalar su uso, de modo que podamos acceder a una plataforma unificada de datos para todas las obras; tener una trazabilidad de ese dato único y en este y otros desarrollos, que todo el mundo pueda trabajar con la misma información”.
Esto es especialmente importante cuando los proyectos crecen en complejidad y exigen trabajar con un importante número de empresas, especialmente cuando además el proyecto alcanza una escala internacional: “hay un reto a la hora de colaborar, el poder trabajar de forma adecuada con socios externos, de poder hacerlo en tiempo real desde un único espacio. Tal vez esto sea lo que más quebraderos de cabeza nos esté dando” señala.
Como no podía ser de otra forma, finalmente el encuentro derivó en cómo abordar uno de los grandes retos a los que se enfrentan las compañías de prácticamente todos los sectores: cómo abordar la escasez de talento y en este caso, una mano de obra que cada vez recela más de la construcción. Una vez más, en cómo se aborde la transformación digital de las organizaciones del sector, está una de las claves para conseguirlo. Y es que como asegura Jesús Sancho, “nuestro mayor esfuerzo, como responsables tecnológicos es hacer comprender a toda la organización que la tecnología no es cara o barata sino que es rentable o no rentable. Hay que evangelizar y hacer ver que la digitalización no es una meta, sino un proceso que siempre está en marcha”.
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