Opinión
La transformación digital como motor del desarrollo sostenible y el bienestar social
La transformación digital ha revolucionado los modelos de negocio del tejido empresarial. De forma paulatina, las empresas han ido abrazando el gran potencial de la tecnología para mejorar su competitividad y consolidar su crecimiento en un entorno cambiante y cada día más complejo. Los empresarios han desempeñado un papel fundamental en este proceso de transformación, impulsando el progreso económico y convirtiéndose en uno de los motores del cambio a través de la innovación y su capacidad de adaptación y liderazgo. Así, las empresas que han adoptado la digitalización de forma estructural y estratégica han sido capaces de afrontar mejor los nuevos desafíos, contribuyendo a la modernización de la economía.
Sin embargo, en un escenario tan versátil, la transformación digital ha adquirido otras dimensiones, ya que no solo contribuye al crecimiento empresarial, sino que busca generar un impacto positivo a nivel global: nos encontramos ante un cambio de modelo empresarial que trasciende el beneficio económico para trabajar por el bienestar social. En este sentido, la apuesta por la sostenibilidad, la responsabilidad social corporativa y las personas se convierte en el nuevo objetivo del tejido empresarial, que combina la consecución de sus objetivos económicos con el bienestar de los trabajadores y la preocupación por el medio ambiente.
Los cambios en los modelos de negocio impulsados por la digitalización deben ir más allá de la mejora de la eficiencia de los procesos operativos para impactar de forma positiva en las personas y el entorno, contribuyendo al bien común y no solamente a la competitividad empresarial. En la era digital, los negocios se encuentran en un viaje en constante evolución que ofrece oportunidades de crecimiento, pero también la oportunidad de mejorar la vida de las personas y contribuir al bienestar y el cuidado del medio ambiente. Así, con un enfoque responsable y centrado en las personas, las empresas ya no solo contribuyen al progreso económico y social, sino que también pueden liderar el desarrollo de un futuro más sostenible y beneficioso para todos.
La brecha digital, la ciberseguridad y la automatización de ciertos puestos de trabajo se erigen como los principales desafíos derivados de la digitalización para los próximos años; garantizar un acceso igualitario a los recursos tecnológicos y potenciar la formación de los empleados, poniendo a las personas en el centro, puede ayudar a combatirlos.
Hace varios años, la digitalización fue el catalizador para la evolución del tejido empresarial; hoy debe actuar de revulsivo para una transformación transversal de la economía que promueva la responsabilidad social corporativa y la reducción del impacto ambiental, contribuyendo al bienestar global. La aportación de los empresarios al progreso económico y social es indiscutible; su papel para convertir la transformación digital en motor del desarrollo sostenible y el bienestar social constituye su próximo reto.
Firmado: Cristiano Bernacca, Sales & Digital Marketing Director Wolters Kluwer
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