Refuerza el éxito de tu empresa con el switch de red más adecuado: cómo elegirlo

Elegir un switch de empresa adecuado puede ser una de las claves para que la compañía tenga éxito gracias a una mejora en la gestión y despliegue de sus redes. Entre otras cosas, un switch se encarga de gestionar el tráfico de datos a través de ellas, así como de facilitar la interconexión de dispositivos, pero también tiene un papel destacado en la seguridad y protección de una red.

La integración de un switch en una red permite dividir las redes para optimizar su circulación. Esto lleva a la posibilidad de mejorar la seguridad de algunas áreas, aislándolas del resto para proteger datos e información sensible de la empresa. También a una mejor gestión de la red en general, ya que al segmentarla se puede gestionar cada una de las partes en las que se divida de forma independiente a las demás.

Con un switch en una LAN, las empresas cuentan además con la seguridad de que la transmisión de datos será eficiente. Esto es muy importante para el uso de herramientas y sistemas de videoconferencia o de llamadas a través de VoIP, muy habituales en empresas que han adoptado el trabajo híbrido y en multinacionales con sedes y oficinas en varios países y localidades.

Los switches también tienen un papel destacado en la detección y aislamiento de problemas de tráfico y velocidad en la red. Para facilitar su identificación y resolución, es habitual que ofrezcan herramientas de diagnóstico con las que localizar y solucionar fallos con agilidad. Gracias a esto es más sencillo reducir al mínimo los tiempos de inactividad de la red. La posibilidad de gestionar una red de manera centralizada, disponible en la mayoría de switches, también facilita la resolución de problemas, así como la administración de la red, su supervisión y el ajuste remoto de su configuración.

Tipos de switches

Para seleccionar el switch más adecuado lo primero es conocer las necesidades de conexión de tu empresa a nivel de red local. Después hay que tener claro qué tipos de switch hay. El más básico es el conocido como switch Desktop o de escritorio. Se usa sobre todo en entornos domésticos o en empresas pequeñas. No ofrece funciones avanzadas, y generalmente integra de 4 a 8 puertos de conexión. La velocidad de red máxima que suelen alcanzar es de 100 Mbps.

Un switch perimetral no gestionable, algo más avanzado, ofrece hasta 24 puertos y llega hasta los 1000 Mbps. Se pueden conectar a otros switches para mejorar la capacidad de la red, y algunos modelos integran puertos Power Over Ethernet para su alimentación.

Los perimetrales gestionables son para redes de mayor envergadura. Cada uno incorpora hasta 48 puertos de hasta 1000 Mbps y dan la posibilidad de utilizarlos de manera automática como ajustando su configuración para adaptar su funcionamiento a las necesidades de la empresa en cuya red se instalan. Son apilables y pueden contar con conectividad Power Over Ethernet en todos sus puertos.

Por último, los switches troncales se emplean para la interconexión de redes LAN entre sí. Cuenta con puertos de un máximo de 10 Gbps y son compatibles con fibra óptica, ofrecen funciones de configuración avanzada.

Una vez conocidos los tipos de switch que hay, puedes conocer todos los factores a tener en cuenta para elegir el que más te convenga con esta guía de D-Link.

Qué factores tener en cuenta al elegir un switch

Aparte de conocer los distintos tipos de switch que hay en el mercado, es necesario que tengas claro cómo pueden afectar diversos factores y funciones de un switch a tu elección. Entre los aspectos que tienes que tener en cuenta está el número de puertos que tiene que tener. Para ello es necesario tener claro antes cuántos dispositivos se van a conectar a él. Es importante tener en cuenta que en el futuro puede ser necesario conectarle alguno más, lo que hace interesante comprar uno con algunos puertos más de los necesarios en ese momento.

Su velocidad de transferencia también marcará el rendimiento que tendrá la red de la empresa. Como hemos visto, sus velocidades van de 1 Gbps hasta 10 Gbps, y los más potentes, generalmente para empresas más grandes, llegan hasta los 100 Gbps. Por eso es vital saber las necesidades de velocidad de conexión de la empresa antes de comprar un switch.

En cuanto a las facilidades que ofrecen, hay que tener en cuenta que los switches gestionables ofrecen mayores posibilidades de personalización y control que los que no lo son. También es importante tener en cuenta su escalabilidad, especialmente si la empresa en la que se instalará está en fase de crecimiento y se contemplan cambios a futuro en su red o redes locales.

La seguridad es otro de los factores a tener en cuenta, por lo que elegir un modelo con funciones de seguridad avanzadas aportará un extra de protección contra intrusiones y acceso no autorizado a datos. Los switches permiten asimismo segmentar redes, lo que, como hemos visto, da más facilidades para protección de datos sensibles.

Otro de los factores más importantes es saber si el switch ofrece o no QoS, conocido también como Calidad de servicio. Con esta opción se indica si un switch dispone de gestión eficiente del ancho de banda, necesario para asegurar que las aplicaciones más importantes de la compañía funcionan sin barreras de velocidad y conexión.

Estos switches permiten gestionar la prioridad del servicio en función de las aplicaciones utilizadas, lo que asegura su funcionamiento. Todo ello, sin olvidarse de lo importante que resulta para el ahorro en consumo que un switch disponga de opciones de ahorro de energía.

Con esto en cuenta, elegir el switch más apropiado para una empresa resulta más sencillo. Pero si todavía quieres tener más facilidades, te proponemos que descargues esta guía de D-Link en la que sus expertos te dan todas las claves para saber qué switch es el que más conviene a las necesidades de tu organización.