La IA Generativa se consolidará en las empresas en 2024 pero con medidas de seguridad más sólidas

El auge de la IA durante 2023 ha llevado a empresas de todos los ámbitos a apostar por ella para alcanzar la máxima eficiencia y productividad. De cara a 2024, se prevé que la IA Generativa seguirá siendo una prioridad en el ámbito empresarial. De hecho, la IA Generativa podría llegar a agregar entre 2,6 y 4,4 billones de dólares a la economía global anualmente para 2030.

Estas estimaciones han sido aportadas por un informe reciente elaborado por McKinsey. El potencial de la IA Generativa en el ámbito empresarial dependerá del trabajo de los desarrolladores por perfeccionar su aplicación y de los directores ejecutivos para aprender a escalar una aplicación a muchas y cómo las nuevas herramientas pueden ser capaces de remodelar su industria.

McKinsey asegura que la mayoría de las empresas han ido adaptándose a las transformaciones digitales y a la irrupción masiva de la IA, aunque no siempre obteniendo los resultados deseados. Todo ello es consecuencia de no haberse realizado el rediseño organizacional fundamental para extraer el máximo valor del complejo trabajo de digitalizar la empresa. No obstante, sectores como el manufacturero, sanitario, financiero, de comercio minorista y de industrias creativas, experimentarán una mejora notable.

Además de mejorar la productividad y la eficiencia de las empresas, la IA Generativa mejorará las relaciones con el cliente, ofreciendo soluciones más óptimas y personalizadas. De igual modo, fomentará las acciones creativas y la capacidad de programación en cualquier departamento de la organización.

El impacto económico de la IA Generativa

Tomando como referencia el último informe de GlobalData ‘GlobalData Market Opportunity Forecasts to 2027: Generative AI’, se recoge que EEUU es el mayor mercado de tecnología de IA, representando el 30% de los ingresos totales. Le sigue China, con una participación del 11%.

Además, los próximos cuatro años se prevén que serán de crecimiento explosivo para la IA Generativa, al impulsarse tanto las investigaciones como las aplicaciones comerciales en todos los sectores. De ahí que se espere que sus ingresos aumenten a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 80% entre 2022 y 2027, pasando de 1.750 millones de dólares en 2022 a 33.000 millones en 2027.

La seguridad como punto de inflexión

Para McKinsey, el mayor hándicap que encuentran las empresas en la IA Generativa es su poder para reemplazar a las actividades humanas, algo que se ha demostrado que es incierto, ya que sirven como apoyo esencial. Además, la seguridad también queda expuesta en el punto de mira.

Es por ello que el desarrollo ético de la IA ha sido uno de los temas más recurrentes entre los líderes mundiales y directivos de empresas tecnológicas. De hecho, de existir una regulación específica alusiva a la IA Generativa se lograría aportar mayor confianza tanto a directivos como a clientes.

De ahí que sea fundamental que los gobiernos sigan revisando sus regulaciones a lo largo de 2024 y que las empresas tomen conciencia sobre los riesgos que representa la IA Generativa y los métodos existentes para abordarlos.

Hay que tener en cuenta que los hackers pueden utilizar la velocidad y el poder de automatización con los que trabaja la IA Generativa para descubrir las vulnerabilidades y brechas de seguridad de las empresas más fácilmente. Por consiguiente, pueden actualizar el malware en tiempo real y configurar, con mayor precisión, correos electrónicos de phishing y suplantación digital.

Para que la IA Generativa sea segura precisará de una infraestructura férrea basada en la confianza, la cual abarcará desde el dispositivo hasta los datos y el usuario, evitando así posibles usos fraudulentos del sistema. En este sentido, es importante disponer de capacidades como la clasificación, el cifrado, el almacenamiento y la transmisión segura de los datos.

No obstante, los seres humanos desempeñarán un papel fundamental, ya que se encargarán de realizar auditorías periódicas y configurar medios precisos para identificar cuándo un sistema no actúa como se espera e incluso para implantar técnicas capaces de mitigar la parcialidad.

La IA Generativa como aliada de la ciberseguridad

La IA Generativa es capaz de analizar grandes cantidades de datos de seguridad de una empresa, así como realizar predicciones para abordar más fácilmente las amenazas existentes. De este modo, podrán detectar anomalías en el tráfico de la red e incluso la presencia de contenido sospechoso en el correo electrónico. La IA Generativa es capaz de predecir amenazas e identificar vulnerabilidades, tomando como referencia incidentes pasados.

Es importante señalar que la IA Generativa reduce el tiempo necesario por las empresas para descubrir y responder a los posibles ataques, automatizando las tareas rutinarias de seguridad y garantizando que los equipos de seguridad se enfocasen en tareas más estratégicas.

Tampoco hay que olvidarse que la IA Generativa puede personalizar los módulos formativos en materia de ciberseguridad para el tejido empresarial. Ese elevado nivel de precisión en la formación permitirá reducir el error humano, factor clave frente a muchos incidentes de seguridad.