Intel crea una filial con Foundry dentro de su estructura y pausa proyectos en Alemania y Polonia

Hace poco más de un mes que Intel anunció, sin concretar nada, que iba a tomar una serie de medidas para retomar la senda del crecimiento y hacer que la compañía saliese de la crisis en la que se ha sumido en los últimos meses. Las especulaciones sobre las decisiones que iba a tomar la dirección no tardaron en aparecer, por lo que antes de que crezcan los rumores, Pat Gelsinger, CEO de Intel, ha confirmado en un post las medidas que van a tomar en los próximos meses.

Para empezar, el directivo ha señalado las prioridades de Intel a corto plazo para mejorar su competitividad: aprovechar el tirón de Foundry por el próximo lanzamiento de Intel 18A y conseguir mayor eficiencia económica de este área de negocio, crear una estructura de costes más competitiva para conseguir ahorrar 10.000 millones, cambiar el objetivo de la franquicia x86 con el impulso de la estrategia de IA y optimizar su cartera de productos actual.

Para empezar, van a dar más independencia a Intel Foundry, estableciéndola como filial independiente pero dentro de la estructura de la compañía. Así tendrá independencia del resto de la compañía, e Intel contará con la flexibilidad suficiente para, de cara a futuro, evaluar fuentes de financiación independientes para ella. También para optimizar la estructura de capital de cada división para ampliar el crecimiento y crear valor para los accionistas. Además, van a reestructurar sus divisiones.

La dirección de Intel Foundry no cambiará, pero se pondrá en marcha una junta directiva para ella, con directores independientes. Entre otras cosas, la compañía espera que con este paso mejore su colaboración con Intel Products, y que sus capacidades en diseño y manufactura sigan siendo una fortaleza competitiva para la compañía.

En cuanto a una mejora en la eficiencia del capital que se ha invertido en ella, Intel espera que Foundry pase a un periodo con una cadencia de desarrollo de nodos más normalizada, así como a un plan de capitales eficiente.

En cuanto a la expansión en términos de manufactura y fabricación de chips que Intel tenía planificada, también habrá algunos cambios. La compañía ha recordado que hace poco aumentaron su capacidad de producción en Europa mediante la ampliación de su fábrica de Irlanda, que seguirá siendo su principal hub en Europa a corto y medio plazo. Esto implica que los proyectos de construcción de plantas de Intel en Polonia y Alemania se pondrán en pausa, al menos durante dos años, con base en la demanda anticipada del mercado.

La compañía seguirá adelante con la construcción de su nueva planta de packaging avanzado en Malasia, pero tomará medidas para que funcione en línea con las condiciones de mercado, y para aumentar el uso de las instalaciones existentes. El resto de sus plantas no sufrirán cambios.

Mientras tanto, siguen adelante con su proceso de despidos para reducir su plantilla en unas 15.000 personas, como anunciaron hace unas semanas. Los empleados afectados por las salidas recibirán la noticia de su salida hacia mediados del mes de octubre. Por otra parte, están valorando planes para deshacerse de las dos terceras partes de edificios que ocupan antes de que finalice el año.

Aparte de las malas noticias, Intel ha dado también alguna buena, como la ampliación de su colaboración estratégica con AWS, que implica una inversión conjunta en diseños personalizados de chips, y un acuerdo marco de miles de millones para suministrar a la compañía productos y obleas de Intel.

En concreto, Intel Foundry fabricará un chip para IA para AWS sobre el nodo Intel 18A, así como el chips personalizado Xeon 6 en Intel 3. Este está establecido en el anterior acuerdo entre ambas empresas, para la producción de procesadores Xeon Scalable para AWS. Otra buena noticia para Intel es la consecución de 3.000 millones de financiación directa gracias a la Ley Chips y Ciencia del programa Enclave seguro del Gobierno de Estados Unidos.