Viaje a los orígenes de Silicon Valley, o cómo todo empezó en el garaje de David Packard

En el 367 de Addison Avenue en Palo Alto y a unos 20 minutos a pie de la Universidad de Stanford, nos encontramos con la casa y sobre todo el garage, en el que William Hewlett y David Packard fundaron la compañía Hewlett-Packard en 1939.

La casa, que tuvimos la oportunidad de visitar hace unos días en el marco del evento HP Imagine 2024, fue declarada en 1987 «lugar histórico» en Estados Unidos, listándose además en el Registro Nacional de Lugares de Interés. Una placa, en la entrada del jardín nos informa que este es el lugar en el que nació el concepto de Silicon Valley:

«Este garaje es el lugar de nacimiento de la primera región de alta tecnología del mundo, Silicon Valley. La idea de crear una región como esta surgió del Dr. Frederick Terman, un profesor de la Universidad de Stanford que alentó a sus estudiantes a fundar sus propias empresas de electrónica en el área, en lugar de unirse a otras compañías. El primer producto, un oscilador de audio, se desarrolló en este garaje.»

Una réplica de ese oscilador de hecho, es uno de los primeros objetos con los que nos encontramos cuando entramos en el salón de la vivienda. Patentado como modelo 200A, su gran innovación consistía en incorporar una bombilla como resistencia para estabilizar la temperatura del circuito. Esto les permitió simplificar el dispositivo y reducir el precio de venta hasta los 55 dólares, en lugar de los 200 dólares que costaban otros modelos menos estables.

La casa, que ahora se ha convertido en un museo, mantiene a lo largo de las zonas que se pueden visitar una atmósfera propia de la época, si bien son pocos los elementos originales (casi todos los muebles son de atrezzo), más allá de un interesante pequeño fondo documental compuesto por cartas, patentes y otro material técnico de los años 30 y 40. En este espacio David Packard vivía con su esposa Lucille, quien acabaría por destacar en numerosas actividades filantrópicas, como la puesta en marcha del Lucile Packard Children’s Hospital en Stanford.

Más interesante resulta sin duda la parte trasera de la vivienda, donde podemos visitar tanto el cobertizo en el que William Hewlett pasó durmiendo algunas semanas durante las primera etapa de la fundación de la empresa (extremadamente espartano, apenas hay sitio para una litera y una mesa de trabajo) y sobre todo, el garaje en el que se desarrollaron los primeros osciladores de la firma, manteniendo en este caso, muchos de los aparatos originales.

Aunque como hemos comentado, el modelo 200A fue el primer producto de la firma, en realidad su primer éxito se produjo a partir del lanzamiento del modelo 200B que encontró a los estudios Disney como su primer cliente. La compañía adquirió ocho osciladores de baja frecuencia que se utilizaron entre otras cosas, para la sincronizar los efectos de sonido de la película «Fantasía» y desarrollar como consecuencia, el sistema Fantasound, precursor del más conocido Dolby Surround.

A finales de 1939, se comercializaron media docena de nuevos productos electrónicos de medida (incluyendo un analizador de ondas), experimentando un gran éxito comercial, lo que les proporcionó el impulso que necesitaban para ya en 1940, alquilar su primera oficina, situada en Page Mill Road.

En la década de los 60, la compañía se trasladó a unas nuevas oficinas en la misma zona de Page Mill Road y siguió creciendo añadiendo nuevos edificios al complejo. Actualmente, en esta sede siguen trabajando entre 200 y 300 trabajadores de la compañía y manteniendo el estatus de oficinas centrales de HP, pese a que el grueso de sus empleados trabaja en sus sedes de Houston y Seattle. Aquí se mantienen como curiosidad histórica los despachos originales de David Packard y William Hewlett y según aseguran los empleados de la multinacional, todo permanece tal y como lo dejaron el último día.