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La repatriación de la nube, tendencia para determinadas cargas de trabajo
La computación en la nube está resultando un gran aliado para muchas empresas y organizaciones de cara al almacenamiento de información y trabajo con datos. Pero en ciertos casos, que cada vez son más numerosos, las ventajas quedan superadas por los inconvenientes. Entre ellos, por los gastos. Aunque en un primer momento la computación cloud prometía ahorros de costes notables, muchas empresas tienen que invertir cada vez más para poder trabajar con la nube, eliminando cualquier muestra de ahorro pasada.
Esto hace, según IDC, que la nube no cumpla sus expectativas, y que al menos para determinadas cargas de trabajo, la tendencia a repatriarlas de la nube y ejecutarlas de nuevo en local o entornos de nube privada va en aumento. Mientras, casi la mitad de las entidades tuvieron que invertir en la nube en 2023 más de lo que esperaban, y un 59% espera que se vuelvan a superar sus presupuestos de inversión cloud en 2024.
Buena parte de los elevados costes de la nube a los que tienen que hacer frente muchas empresas se debe a la complejidad de los entornos cloud, así como a factores imprevistos que hacen que predecir los costes del cloud con precisión sea muy complejo. Esto puede llevar a problemas de gestión que deriven tanto en un sobreaprovisionamiento de recursos como en la contratación de activos que acaban sin uso o infrautilizados.
Por eso, la cantidad de empresas que se plantean un retorno de cargas de trabajo a local o a redes privadas va en aumento. Pero además de los costes, también lo hacen por otros motivos: problemas de rendimiento y latencia, que dificultan el funcionamiento de las aplicaciones que necesitan procesar información en tiempo real.
Por otro lado, además llevan a que haya cargas de trabajo relacionadas con la IA, así como de índole técnica, que a menudo se encuentran con cuellos de botella en entornos de nube pública, y que afectan a su rendimiento.
Otro motivo de preocupación son las dudas sobre seguridad y cumplimiento de normativas. Especialmente en sectores como las finanzas o la sanidad, donde la privacidad de datos es crucial. Además, está el mayor control operacional que da tener las cargas de trabajo en una infraestructura propia, con más posibilidades también de adaptar los sistemas a necesidades específicas, así como de optimizar el uso de recursos.
Eso sí, aunque la repatriación es una tendencia en crecimiento, por ahora no hay una migración en masa de las plataformas de nnube pública. Solo un 8% o un 9% de las empresas planean llevar a cabo una repatriación total de datos. Lo más habitual es que las empresas devuelvan a local o a nubes privadas elementos concretos de sus cargas de trabajo.
Entre ellos están los datos de producción, los procesos de copia de seguridad y los recursos de computación. Según IDC, las empresas más grandes son más propensas a repatriar sus cargas de trabajo a local, mientras que las pequeñas son menos activas en este aspecto. Esto se debe a que disponen de muchos recursos para poder hacerlo, además de con estrategias detalladas sobre sus cargas de trabajo, algo que no tienen las pequeñas.
Los grandes proveedores cloud todavía no parecen muy preocupados por esta tendencia, pero el hecho de que esté calando más entre las empresas grandes puede terminar afectando a sus resultados más pronto que tarde.
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