¿Queremos controlar el ordenador a través de la pantalla táctil?

Como ya hemos comentado en artículos anteriores, la Era Post-PC conlleva un cambio en el concepto que teníamos de la informática hasta ahora. Este cambio trae nuevas formas de usar los dispositivos, nuevas funcionalidades y propiedades. Ante el éxito de las tabletas muchos fabricantes se han planteado y han desarrollado terminales con pantalla táctil que puedan aunar la versatilidad de una tableta con la potencia de un ordenador tradicional (ya sea de sobremesa o portátil). De hecho este ha sido el hueco que vio Microsoft para reinventar su sistema operativo y crear Windows 8, un software con una UI completamente adaptada a este tipo de terminales. 

Este nuevo sistema operativo, que no arrancó con muy buen pié, tenía como objetivo sumar las ventajas de lo táctil y lo portable, con la potencia de lo tradicional, pero Microsoft se encontró con un escollo: la mayoría de los ordenadores actuales no disponían de pantalla táctil y los que la llevan tienen un precio muy alto. Así que nos encontramos con ordenadores con Windows 8 a los que no se les puede sacar todo el partido de la modern IU.

Pero Microsoft ya tenía esto pensado y desarrolló dos modelos de Surface RT y Pro. Con el modelo Pro es con el que Microsoft pretende que los usuarios saquen todo el partido de un ordenador en una tableta ya que ésta incorpora Windows 8 Pro.

¿Cuáles han sido los resultados de la estrategia de Microsoft?

Windows 8 empezó con mal pie y malas críticas, pero lo cierto es que ha conseguido una dinámica alcista, que no hace más que cortar comentarios acerca de su fracaso. Lo cierto es que a Windows 8 no «le queda otro remedio» que crecer, ya que ahora todos los OEM de Microsoft incorporan la última versión del sistema operativo. Según datos de Net Application, Windows 8 ya ha superado a Vista alcanzando el 5,1% de la cuota total del mercado y se espera que Windows 8.1 mejore todavía más estas ventas.

Su otra estrategia en hardware no ha sido tan exitosa como esperaba, y no es que Microsoft no tenga experiencia en estas lides, pero está claro que no ha sabido aprovechar el tirón de las tabletas y sus Surface ya acumulan un sotck histórico en sus almacenes que no están haciendo otra cosa que restar beneficios.

¿Los resultados de Microsoft se deben al desencanto por las pantallas táctiles?

Podría ser fácil para los de Redmond excusarse en esta suposición, pero está claro que no. Aunque muchos no se hayan acostumbrado todavía a este tipo de control, las pantallas táctiles tienen todos los puntos a favor para ser la nueva evolución de las actuales. Está claro que todavía les queda muchos aspectos que mejorar, como la resolución, la optimización de los controles… pero no es nada que se pueda solucionar.

Los fabricantes también lo tienen claro. Lenovo ya ha anunciando que piensa redoblar la fabricación de este tipo de ordenadores y para el año que viene la mitad de sus modelos incorporarán una pantalla táctil, se trata de un salto cualitativo (actualmente solo el 10% de sus modelos cuenta con esta tecnología) que demuestra la confianza de la marca en esta tendencia.

Estudios recientes también confirman que, aunque lentamente, esta tendencia se va asentando. Según la consultora Contex durante abril y mayo las ventas de portátiles con pantalla táctil y Windows 8 han representado el 4% en Europa. La cifra presenta una ligera mejora desde los dos trimestres anteriores. En el cuarto trimestre de 2012 este tipo de equipos táctiles con Windows 8 solo eran el 2% mientras que en el primer trimestre de 2013 ya suponían el 3%. Un aumento muy paulatino que muestra que poco a poco lo táctil va calando en el mundo PC.

¿Qué hay más allá?

Lo táctil no es la última parada y no es donde vamos a quedarnos. Hace unos meses HP firmaba un acuerdo con Leap Motion, una empresa especializada en el control gestual y que ha conseguido desarrolla un pequeño dispositivos que una vez conectado al ordenador mediante USB permite que controlemos nuestro ordenador a distancia y mediante gestos. De esta forma, podemos manipular objetos 3D, dibujar o controlar las diferentes ventanas del ordenador.