El año terrible de HTC

El año está terminando para HTC bastante peor de lo que comenzaba. A principios de año una chispa de luz apareció en el horizonte de la compañía taiwanesa, después de que sus resultados del primer trimestre remontaran la mala racha experimentada en el mismo periodo de 2014. En el Q1 el fabricante anunció un beneficio neto de 11,6 millones de dólares después de haber estado registrando pérdidas por más de 60 millones. Tras conocer los resultados del Q3, HTC vuelve a rondar peligrosamente las cifras bajas.

Según los datos publicados la empresa ha tenido en este trimestre unos ingresos de 660 millones de dólares, lo que supone prácticamente la mitad de los registrado en el Q3 de 2014. Después de pagar impuestos la pérdida operativa se queda entonces en 139 millones de dólares. También los activos totales han caído, de 5.100 millones de dólares hasta los 4.200 de este periodo. Unos datos nada buenos que no hacen sino marcar un profundo surco de descenso.

Ante estas cifras la empresa ha optado por no hacer ningún tipo de previsión para el último trimestre del año. Nada de objetivos de ventas de cara a los inversores y a los accionistas con lo que pretende evitar una catástrofe mayor que la que ya están viviendo.

El pasado mes de agosto los taiwaneses ya anunciaron también que emprenderían un reajuste de la plantilla de un 15% (unas 2.250 personas), con la esperanza de que sus gastos se redujeran en un 35%. La razón de entonces fue la misma que ahora les pone contra las cuerdas: un fuerte descenso en las ventas de smartphones a causa de un mayor liderazgo de la competencia dentro del sector.

La escasa diversificación del negocio es otro de los problemas que están lastrando la remontada de la compañía. A pesar de eso, la compañía lanzó recientemente al mercado un nuevo teléfono: el HTC One A9, un teléfono de gama alta con el es que esperan seguir compitiendo en el sector.