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Comercializan el primer seguro del mundo con cobertura por trolls

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Trollface

Los trolls de Internet se han convertido, con los años, en algo más que una molestia para algunas personas. Es cierto que, por norma general, lo más efectivo es procurar no hacer caso (Don’t feed the troll, dice la cultura popular), pero no es lo mismo un ataque «genérico», en el que los atacantes no disponen de información personal del atacado (o este es una figura pública, que por lo tanto sabe que ciertas porciones de su vida están expuestas) que un ataque a un particular cuyos datos, sea por la razón que sea, son conocidos por los atacantes.

Y es que, en esos casos, la presión a la que se ve sometida la víctima puede tener consecuencias muy serias. Es por eso que, según leemos en Ars Technica, los clientes de la aseguradora Chubb en Reino Unido podrán contratar, a partir del 1 de enero de 2016, una póliza de protección frente a ataques de trolls a través de Internet. El seguro cubrirá gastos de hasta 50.000 libras (unos 70.000 euros) en servicios médicos y de consultoría, compensación económica por horas de trabajo perdidas y, eventualmente, colaborar en los gastos si la víctima se ve forzada a cambiar de domicilio, centro de trabajo, etcétera.

Los términos de la póliza definen cyberbulling (término que en España solemos relacionar casi exclusivamente con menores, pero que en realidad se refiere a cualquier tipo de acoso on-line) como tres o más ataques proferidos por una persona (o un grupo de personas) para acosarla, intimidarla o amenazarla (harass, threaten or intimidate). La definición de las condiciones de la póliza vienen, según a la aseguradora, de una encuesta realizada por la misma tanto a potenciales clientes como a sus propios agentes de seguros.

Aunque este seguro, en un principio, estaba pensado para adolescentes, Chubb asegura que también podrá ser contratada por adultos. Y es que, la revelación de datos personales (teléfonos, direcciones, información sobre relaciones personales, etcétera) puede, en determinadas manos, hacerle la vida imposible a alguien. Así, es más que necesario que dichas actividades sean castigadas legalmente, y que además se diseñen productos y servicios con los que proteger a sus víctimas.

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