El smartphone y la tablet mataron al portátil barato

Por norma general, en el mercado de la tecnología los precios siempre tienden a bajar a medida que un determinado tipo de producto se populariza. Comprar un ordenador, por ejemplo, el año 2000, era mucho más barato que hacerlo en 1990, cuando a su vez también era más barato que en 1985, y ya ni que decir que en 1980. Las tecnologías se popularizan, crece su volumen de producción, se abaratan costes y, al final, los dispositivos tienden a ser más baratos hoy que ayer.

Sin embargo ha ocurrido algo curioso con los portátiles, algo en lo que han reparado en Computerworld y que bien merece un análisis, ya que aunque habla del mercado norteamericano, buena parte de lo planteado también es extrapolable a nuestro país. Y ese algo curioso es que, en general, los portátiles son hoy más caros que en 2008. La mayoría de nosotros recordamos el segundo lustro de la pasada década como un momento dorado para comprar portátiles baratos. Hasta hacía relativamente poco tiempo, siempre habían sido entre caros y muy caros, pero de repente era posible comprar dispositivos de entrada, con unas prestaciones adecuadas para las necesidades de muchos, alrededor de los 200 euros.

Hoy en día, aunque todavía es posible encontrar algún sistema por ese precio, la lista se ha reducido sustancialmente. ¿La razón? La llegada primero de los smartphones y después de las tablets. Y es que, en muchos aspectos, las prestaciones de estos dispositivos pueden competir con las de algunos de aquellos portátiles baratos y, en compensación por aquellos aspectos en los que salían perdiendo, ofrecían una portabilidad muy superior.

Así, la oferta de los principales fabricantes se vuelve a dirigir a las gamas media y alta, segmentos en los que las prestaciones de los smartphones quedan muy por detrás, y sólo las tablets de gama alta pueden competir, pero casi en igualdad de precios. Esto, según el análisis de Computerworld, ha dado lugar a que quede una cierta demanda de este tipo de equipos, usuarios con unas necesidades muy concretas y que no pueden ser satisfechas con una tablet o un smartphone. Y es precisamente por esos usuarios que algunos fabricantes mantienen dos o tres portátiles de gama baja en su catálogo.

Imagen: S B