La justicia americana toma medidas contra la Syrian Electronic Army

Hubo un tiempo en el que las amenazas de seguridad relacionadas con la informática y las telecomunicaciones no pasaban de ser algo anecdótico. Nada queda ahora de aquellos inocentes tiempos, y muchos de los actuales conflictos internaciones tienen su campo de batalla en la red de redes, y los daños que se pueden llegar a provocar en dichos enfrentamientos electrónicos superan, con mucho, a los de una escaramuza entre dos regimientos. Así, las administraciones de justicia y los departamentos y ministerios de defensa han tomado buena nota de ello y han trasladado buena parte de sus esfuerzos a dicho entorno, y buena muestra de ello es la reciente demanda por parte del Departamento de Justicio de Estados Unidos contra tres hackers al servicio de la Syrian Electronic Army, la organización al servicio de los intereses del gobierno sirio y que no duda en realizar todo tipo de acciones ilegales a través de la red, informa hoy Forbes.

En concreto, los tres demandados son Ahmad Umar Agha (conocido por el seudónimo Th3 Pro), Firas Dardar (The Shadow) y un tercer colaborador, con base en alemania, llamado Peter Romar. Además de haber sido demandados, han sido añadidos a la lista de los cibercriminales más buscados por el FBI, lo que se traduce en una recompensa de 100.000 dólares a quien ayude a su detención. En la lista de cargos a la que se enfrentan figuran todo tipo de delitos, relacionados tanto con la propaganda como con secuestro de datos y extorsión.

Una de sus acciones más exitosas, y que forma parte de la demanda presentada, fue lograr hacerse con el control de la cuenta de Twitter de la agencia Associated Press y difundir, a través de la misma, la falsa noticia de que se había producido una explosión en la Casa Blanca (provocada por una bomba) y que ésta había provocado serios daños al presidente, Barack Obama. Aunque la noticia fue rápidamente desmentida, el efecto de la misma fue la salida de cerca de 90.000 millones de dólares del mercado continuo de Estados Unidos, con las consiguientes pérdidas y el desequilibrio económico para muchas empresas cotizadas. También se les acusa de haberse hecho con el control de una página web del cuerpo de Marines dedicada al reclutamiento, reutilizando el sitio para pedir a los soldados que se negaran a cumplir sus órdenes. Muchos medios de comunicación han sido también objetivo de estos delincuentes al servicio de la Syrian Electronic Army.

Pero no todas sus acciones están relacionadas con el activismo. Muchas de ellas se centran en el ransomware, es decir, en logra colarse en un sistema y cifrar todo el contenido del mismo, impidiendo a sus legítimos propietarios el acceso a su propia información. Una vez llevado a cabo el ataque, los delincuentes se ponen en contacto con las empresas para exigir un pago a cambio de poder recuperar sus datos. Con esta técnica lograron, por ejemplo, 16.000 euros de una compañía de hosting del Reino Unido, según las investigaciones de un agente del FBI sobre las que se sostiene la demanda.

Imagen: Forbes