¿De qué nos suena el nombre de Warren Buffett?

Warren Buffett es el tercer hombre más rico del mundo, y uno de los inversores más respetados del planeta, por su tasa de éxito y su cuidada estrategia de inversión. Apodado El Oráculo de Omaha (nació y reside en dicha ciudad, la mayor del estado de Nebraska) planea al detalle sus inversiones, que siempre suelen ser a largo plazo, y confía bastante en los gestores de las empresas en las que invierte, a diferencia de otros colegas suyos mucho más escépticos y polémicos (nos referimos, obviamente, a Carl Icahn).

Como no podía ser de otra forma, Buffett realiza un intenso análisis de las compañías por las que está interesado, y lo hace como si fuese a comprarlas enteras, a convertirlas en su propietario y no como futuro poseedor de una parte de sus acciones. Y cuando uno de sus valores sube mucho en Bolsa, no actúa como otros, es decir, no suele vender sus títulos. En su opinión, si una empresa lo hace bien, no se deberían vender nunca sus acciones, simplemente, espera a recibir resultados. Por otra parte, le gusta comprender el negocio de las empresas en las que invierte, y nunca lo hace si se escapa a su entendimiento.

Buffett cuenta con una fortuna estimada en 66.000 millones de dólares, y su patrimonio está sobre todo en acciones de clase A de la quinta mayor empresa de Estados Unidos, Berkshire Hathaway. También tiene una parte minoritaria en acciones comunes de Berkhshire y en la compañía de inversión inmobiliaria Seritage Growth Properties. Además, reserva una pequeña parte de su capital para realizar inversiones por las que apuesta a nivel personal.

Con respecto a estas últimas, su apuesta va enfocada a cuatro compañías: Coca-Cola, el banco Wells Fargo, IBM (a pesar de su alergia a la inversión en tecnología, es su mayor inversor a título individual) y American Express. Tiene varias frases legendarias en el sector, como «precio es lo que pagas, valor es lo que recibes«, o «el riesgo viene dado por no saber lo que estás haciendo«, sirviendo de inspiración a muchos grandes empresarios y hombres de negocios, como Bill Gates.

Su cartera de acciones, por lo general, suele permanecer estable, pero no está exenta de algún que otro susto. El último, precisamente, viene de la mano de Apple. A principios de 2016, Buffett no tenía ni una sola acción de los de Cupertino, y en la actualidad es el propietario del 2,5% de la empresa, justificando esta operación con una aplastante razón: «porque me gusta». Y empezó a gustarle en mayo de 2016, cuando compró sus primeros títulos, y ya lleva la friolera de 133 millones de ellos, valorados en 17 millones de dólares.

Fot: Fortune Live Media