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USB-C, más cerca de lo que puedas pensar

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USB-C

Poco a poco (aunque con bastante rapidez en el caso de algunos fabricantes) el nuevo estándar de conexión USB-C está cada vez más cerca de sustituir a las anteriores versiones del mismo que, a día de hoy, todavía están muy presentes en nuestras vidas. Y hoy, por Business Insider, hemos podido saber que este proceso se puede acelerar en gran medida, dado que Intel, propietaria de la patente de Thunderbolt 3 (el sistemas de conexión de USB-C) ha decidido hacer que el empleo del mismo ya no esté sujeto al pago de derechos por la propiedad intelectual. Es decir, hasta ahora, cuando un fabricante de cualquier tipo de dispositivo o cable, quería emplearlo, tenía que pagar una pequeña cuota a Intel. A partir de ahora, esa barrera económica desaparece, lo que lo hace mucho más asequible para los fabricantes.

Y esto no es, ni mucho menos, poco importante. Ya en diciembre de 2015, te contábamos que las razones económicas eran una de las razones argumentadas por algunos fabricantes para no añadir esta conexión en sus dispositivos. Sin embargo, ahora que ya no hay que efectuar pago alguno para poder emplearlo, es más que probable que muchos fabricantes sigan la estela de Apple (que, en sus últimos Macbook Pro, ya solo incluye este tipo de conexión). Algo que, a su vez, empujará a los fabricantes de cables y dispositivos externos se lancen de manera definitiva al uso de este nuevo formato.

Y es que no son pocas las razones para hacer el cambio. USB-C ofrece mayor velocidad que sus predecesores. Si comparamos USB 3.1 con conector type A (el empleado hsta ahora por este estándar de conexión) con USB-C, vemos que la velocidad máxima se multiplica por cuatro, de 10 a 40 gigabits por segundo. Un aumento en el ancho de banda que permite no solo plantear nuevos usos para la conexión, sino también aprovechar mejor los concentradores USB para utilizar un único puerto para múltiples fines de manera simultánea.

Pero no solo eso, también cuenta con otras funciones, como la salida de vídeo en alta definición, o la posibilidad de emplearlo para la carga de dispositivos «grandes» (como, por ejemplo, portátiles). De esta manera, se acaba con el batiburrillo de tipos de conectores (datos, vídeo, alimentación, etcétera), y se pasan a emplear todos los puertos USB de un sistema con el mismo fin. Algo que, además, servirá para reducir el número de tipos de cable que necesitamos. Una vez que la estandarización termine de»calar» entre los fabricantes, algo ahora más cercano gracias a la medida apoyada por Intel, podremos disfrutar de un único tipo de conector para todos los fines.

 

Imagen: usb.org

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