Gartner: El sector de los semiconductores está en auge

La importancia de los componentes empleados para el ensamblaje de todo tipo de dispositivos, desde un minúsculo sensor conectado a Internet de las Cosas hasta un servidor, es crítica. El sector tecnológico observa siempre, con mucha atención, las evoluciones de ese mercado, así como las previsiones realizadas por las principales consultoras especializadas. En este aspecto, las últimas previsiones publicadas por la prestigiosa consultora Gartner dibujan un panorama bastante positivo para el mercado de los semiconductores, que no lo será tanto para las empresas que dependen de sus suministros para el ensamblaje de dispositivos.

En concreto, según la consultora el sector experimentará en 2017 un incremento en los ingresos de nada menos que el 12,3% con respecto al año anterior, alcanzando los 386.000 millones de dólares. En buena medida, este incremento se sostendrá en la falta de oferta para cubrir toda la demanda existente en la actualidad, algo que afecta especialmente a lo relacionado con la memoria, cuyos precios no hacen más que marcar altos históricos, y que se espera que siga esa tendencia al menos hasta el segundo trimestre de este año.

Ese incremento va a complicar la situación de las empresas, que dependen directamente de esos componentes, y que ya se ven forzadas a recortar sus márgenes de beneficio o a llevar a cabo una subida de precios con la que repercutir, total o parcialmente, esa subida a sus clientes. Sea como fuere, lo más probable es que durante los próximos meses veamos un cierto declive en la oferta de dispositivos «baratos», y que la creciente demanda de almacenamiento flash (tanto all flash como híbrido) pueda llegar a complicar todavía más la situación.

No obstante, cabe esperar una corrección de dicho mercado entre 2018 y, especialmente, en 2019, año en el que se espera que la industria china aporte mucho más producto en este mercado, lo que puede darle un vuelco al mismo, y dar pie a una bajada apreciable de los precios. No obstante, esto es una teoría que todavía resulta endeble por dos factores: el primero es que todavía está por ver si realmente se produce ese incremento en la producción por la aportación china, y la segunda es que aunque existen estimaciones de la demanda de estos recursos, cada poco tiempo conocemos revisiones de las mismas, que siempre apuntan a más.

Internet de las Cosas, Big Data, la nube y los coches conectados y autónomos no hacen más que crecer en expectativas, y cada uno de esos cambios se traduce en más demanda. Una demanda que, hasta que no se produzcan determinados cambios estructurales, probablemente no se pueda satisfacer de manera adecuada.